Análisis Abathor – Arriba, Abathor, al centro y pa’ dentro

Hay ciertos juegos que logran transportarnos a otro momento de la vida en el que, solíamos tener siempre un joystick arcade a mano, o repetíamos esa frase de «¡Por favor, déjame una moneda para poder volver a intentarlo!». Rara vez logramos volver a sentir algo parecido, aunque gracias al trabajo de David y Javier Garay (Pow Pixel Games) junto a JanduSoft, hemos sentido cómo Crantor, Sais, Kritias y Azaes nos pegaban con cada mamporro «directamente a los feels».

Abathor llega hoy mismo (25 de julio) a Steam, Nintendo Switch, PlayStation 4/5 y Xbox One/Series a traernos una auténtica y épica aventura en 16 bits que podremos disfrutar solos, aunque lo mejor es que también podremos divertirnos siendo hasta cuatro jugadores en modo local. ¿Te apetece revivir esos nostálgicos momentos de entre los años 80 y 90? 

Antes de pasar a comentaros nuestra experiencia, os dejamos con su tráiler (en el que también podéis ver la pasada de edición física con la que va a contar junto a Tesura Games):

La Atlántida es el último bastión.

Pues sí, lejos de lo que muchas conspiraciones dicen, parece ser que la Atlántida no es un muro de hielo gigante tras el que se acaba la tierra (ejem), sino que es el terreno que tenemos que evitar que caiga ante las manos de poderosos demonios. Las puertas de Abathor se abrieron y comenzaron a entrar toda clase de oleadas de enemigos, debido a que los dioses estaban descontentos con el reinado de los atlantes.

Una historia como bien hemos podido saber muy inspirada por la Grecia pre-clásica, por ello vemos tantas referencias en las distintas pantallas del videojuego.

Toda esta trama la viviremos a través de diferentes zonas, con un total de 52 niveles (en los que algunos incluso contarán con mecánicas únicas). Además, para todos aquellos que desean indagar en el lore, en el propio mapa previo a las pantallas podremos acceder a un menú en el que aprenderemos más sobre lo que está sucediendo en nuestra aventura

¿Conan, eres tú?

Los héroes de Abathor rebosan personalidad. Crantor es todo un bárbaro con unas habilidades bastantes equilibradas (una referencia bastante clara a Conan el Bárbaro), mientras que Sais es nuestra mejor opción para jugar de forma defensiva. Kritias es nuestra mejor opción a nivel de agilidad, mientras que Azaes es todo lo que conocemos como un glass-cannon (mucho daño y poca defensa).

Cada jugador puede elegir a su héroe favorito y, pudiendo jugar todos en modo multijugador… ¡Se vuelve todo muy épico!

Todos los personajes cuentan con su propio set de habilidades, con un dash o acelerón, y dos tipos distintos de ataque. Cabe destacar la posibilidad de recoger objetos consumibles con grandes efectos para la batalla (alguno bastante guapo, la verdad).

Abathor y su jugabilidad traída a nuestra época

Cuando hablamos de juegos retro, siempre solemos pensar en las clásicas pantallas de tubo, aunque muchas veces (debido a la melancolía) no recordamos controles toscos, cámaras que no seguían la acción como deberían y otros errores que, en teoría, hoy en día ya se encuentran muy trabajados, aunque siempre con excepciones.

Abathor no es ninguna excepción. Es un título retro, con un claro diseño que recuerda a épocas pasadas, aunque completamente adaptado para los tiempos que corren. Vemos una clara inspiración en juegos como Ghost ‘n Goblins (1985), aunque no sentiremos tanta frustración, puesto que al contrario que en su referente, Abathor sí cuenta con puntos de control. Esto es muy de agradecer, ya que poco a poco los niveles se van complicando y haciéndose más y más largos.

Por otro lado, en lo personal me han recordado mucho los movimientos a Castlevania (1986), donde lejos de complicaciones entendemos perfectamente lo que sucede en la pantalla. 

La curva de aprendizaje de este título es sublime. Poco a poco vemos como la dificultad se va incrementando. Podremos elegir distintos niveles de dificultad (que son importantes sobre todo en términos de vidas y reintentos). De igual forma, en cualquier momento podremos mejorar nuestras habilidades con todos los minerales que encontramos a nuestro paso gracias a la existencia de mercaderes que potenciarán nuestras habilidades e incluso nos podrán conceder vidas extra.

Se escapó de un museo

El arte de Abathor es un alucine. El apartado gráfico logra todo lo que se propone, incluso con un filtro que podemos colocar desde el menú de opciones para simular mejor el efecto de pantalla de tubo. Todos los niveles se entienden a la perfección y honestamente, nos hemos quedado incluso con ganas de más.

Respecto a la música es una auténtica pasada. Es una banda sonora de sobresaliente, con grandes compositores como J.A.M. Tello (PC Fútbol, Space Moves y Risky Woods) y Soyo Oka (Super Mario Kart y Super Mario All-Stars) que logran recordarnos esa sonoridad tímbrica y de matices con la que contaban consolas como la SNES.

Conclusiones sobre Abathor

Abathor es un título que será muy disfrutable tanto por los amantes de lo retro como por aquellos que deseen una aventura en cooperativo. Es tremendamente adictiva y hasta que te la pasas del tirón prácticamente no te vas a levantar de la silla.

Su apartado artístico es un completo sobresaliente al igual que su jugabilidad. Los jefes gozan de ser enfrentamientos bastante emocionantes y las mejoras que podemos obtener son muy significativas. Su diseño simplemente nos ha parecido también exquisito.

Realmente pocas trabas se pueden poner cuando un juego ha sido tratado con tanto mimo como ha sido Abathor, por lo que sólo podemos deciros que… ¡Arriba, Abathor, al centro y pa’ dentro todo el mundo a cerrar esas puertas!