Crash Bandicoot es un clásico que ha sabido reinventarse e innovar su fórmula. Volvió a entrar en escena con la famosa N. Sane Trilogy, tras un tiempo de descanso y Crash Nitro Fueled, volvemos a la carga con Crash y Coco.
Con Crash Bandicoot 4: It’s About Time, Toys for Bob toma cómo referencia la trilogía original, y es por ello que esta última entrega se siente de las más fieles a la mecánica original. Consigue aunar en un mismo título la esencia y la mejor parte del género que hizo famoso al marsupial. Ahora con muchas novedades y varios personajes jugables es la hora de volver a salvar el mundo, una cuarta vez.
Una historia graciosa y llena de referencias
Podemos tomar este juego con total independencia de los anteriores, lo entenderemos a la perfección. Parte de esto viene porque la historia no es muy compleja y está pensado para todos los públicos. Aún así las referencias a otras franquicias o al mismo universo de Crash están presentes. Por ello, este juego llama la atención a cualquiera, te invita a jugar si eres nuevo, y si ya conoces a Crash lo disfrutarás el triple.
Cómo no podía ser de otra manera pillamos a Crash en mitad de una siesta, y bueno, debido a un suceso de lo más grave nos toca despertar e ir a investigar. Si hacemos memoria, en la tercera entrega de Crash Bandicoot, todos los villanos quedan recluidos en una «prisión del tiempo». Pues concretamente es en este punto donde empieza esta nueva historia, pero cómo he dicho antes, no se siente necesario conocer en profundidad anteriores títulos de la saga. Cortex, junto con N Tropy y Aku Aku consiguen salir de la prisión, lo que crea varias brechas dimensionales, y nos tocará solucionar este problema a nosotros.
La idea es ir recorriendo distintos mundos, en diferentes momentos temporales para encontrar las 4 máscaras cuánticas capaces de ayudarnos. A lo largo del juego podremos llevar a Crash o Coco, es irrelevante a quien llevemos, los dos son protagonistas en esta historia. La gracia es que nos encontraremos muchos más personajes a lo largo de nuestra aventura, y que de una manera u otra han interferido en nuestra línea temporal. Y una de las mejores implementaciones es haber hecho jugables a esos mismos personajes. Tawna, Dingodile y hasta el mismo Neo Cortex tienen mucho que decir en el juego, y cuentan con varios niveles para ellos solos.
Sin embargo, aquí hay que hacer un gran hincapié en la forma tan perfecta y fluida con la que nos introducen a los nuevos personajes. Descubrir después la forma en la que se han cruzado con nuestros protagonistas le da a la historia una importancia mayor, pues nos permite incluso explorarla desde varios ángulos. Todos estos cuentan con habilidades distintas y sus niveles difieren mucho del resto, un punto innovador que desde luego ya hacía falta.
Pero si de algo cojea en este apartado es por intentar abarcar demasiado. Quieren presentarnos las máscaras cuánticas y sus poderes, por otro lado a los personajes, que no son pocos. La simplicidad muchas veces es lo que gana, y jugando a Crash no espero nada enrevesado. Pero muchas de las escenas quedan vacías por una falta de profundidad y trasfondo de otros personajes. O por el caso contrario nos encontramos escenas que deberían tratarse con más seriedad y no hace más que reinar la comedia.
Las plataformas más vistosas y complejas de la saga
Como bien os hemos mencionado anteriormente, iremos pasando por distintos mundos, en distintas épocas. Esta es una excusa perfecta para crear un mapa de lo más variado y libre posible. Desde la temática de la jungla, hasta los piratas o los mismos dinosaurios. En cada uno de ellos se nos presentarán enemigos y mecánicas completamente nuevas.
Solo una cosa se mantiene, y es que según vayamos consiguiendo las máscaras cuánticas nos tocará usarlas en los niveles. Los poderes a usar no son una novedad en los juegos de plataformas actuales, pero si lo son para Crash. Ahora tenemos que aprender a movernos boca abajo, o con el poder de un tornado, incluso parando el tiempo. Una inclusión muy positiva para la saga, y que da a los niveles muchas más posibilidades. Por otro lado, según avanzamos nos encontramos más obstáculos, y habitualmente estos son más grandes que los anteriores. Además la curva de dificultad asciende muy rápidamente, algo que puede volverse frustrante llegado el punto.
Un juego puede ser difícil y disfrutable, pero para asegurarse la diversión hasta el final, Toys for Bob ha decidido poner dos niveles de jugabilidad: Retro y moderno. El retro es el clásico, el que conocemos todos, con vidas. El modo moderno y más recomendable es sin vidas, para que vayas sin preocupaciones, en mi opinión mucho mejor y bien pensado para ciertos jugadores que no conozcan la saga.
Referencia a anteriores entregas, y todo un clásico, nos encontramos también con los niveles bonus y las gemas. Aquí hay poca innovación, pero la versión N de los niveles y la posibilidad de conseguir aspectos para nuestros protagonistas es un añadido realmente entretenido. Para todos aquellos que busquen más contenido o quieran ir a por el 100% hay contenido más que de sobra.
Un Crash Bandicoot moderno
Vicarious Visions buscó un toque realista en la trilogía remasterizada, manteniendo claro la esencia del personaje. En este caso nos encontramos algo mucho más cartoon, unos gráficos más familiares y brillantes, con mucho color y nada realistas. Tanto el mundo cómo los personajes han recibido un gran cambio, pero siempre respetando las cualidades de los mismos.
No hay cambio alguno en las cajas, las TNT y Nitro funcionan de la misma forma, y más de una vez aprovecharemos los poderes de las máscaras para incluso sacar provecho de estas. Y en esta ocasión tenemos un pequeño aro de color amarillo a los pies de nuestro protagonista para saber dónde caeremos, una pequeña ayuda que compensa la dificultad de muchos niveles.
WOAH!
La experiencia en este Crash Bandicoot 4: It’s About Time está maximizada para fanáticos y novatos en la saga. Es el juego de Crash más grande hasta la fecha, y que permite incluso jugar en multijugador local. Pasando el mando al amigo de al lado, no es complejo, pero todo son añadidos. Así cómo los detalles y referencias, muchas veces casi imperceptibles, hacen de esta secuela un juego al nivel, que se adapta a tiempos modernos y da pie incluso a un futuro prometedor de nuevo para el marsupial.
Quitando partes en la historia, sin mucha importancia, o algunos niveles frustrantes, que tienen como solución jugar con la modalidad moderna… Crash Bandicoot 4 es un muy buen juego, recomendable si os gusta el género de plataformas y más aún si sois fans acérrimos de la saga.