Hoy os traemos el análisis de Detective Pikachu: El Regreso, título nacido bajo el seno de Nintendo y que busca ser, como su propio eslogan indica, el pegamento familiar para pasar varias horas de entretenimiento pegados a la pantalla. Vamos a ver con más detalle (y sin ningún tipo de spoilers) cómo se ha desenvuelto la apuesta por la vuelta del Pikachu más perspicaz (y enigmático) de toda la saga Pokémon.
Pikachu, Tim Goodman y un Pidove accidentado
Nuestra aventura, que acontece un par de años después de la película Live Action de Detective Pikachu, comenzará al recibir una medalla honorífica por parte del alcalde Howard Myers gracias a nuestra labor como detectives por toda Ryme City. Pikachu y Tim Goodman siempre han compartido una gran confianza, máxime desde que se dieron cuenta de que podían comunicarse entre ambos, sirviendo como un puente perfecto mediante el que es posible habilitar la comunicación entre Pokémon y humanos.
Para nuestra desgracia, la ceremonia se verá truncada al poco de comenzar, puesto que aparece un Corviknight, pokémon de tipo volador, que revolotea sobre las cabezas de los asistentes a la ceremonia y le arrebata el sombrero de detective a Pikachu. Sembrar el caos nunca fue tan fácil para un pájaro, dado que le basta con generar un pequeño vendaval para espantar a todo el mundo.
Pikachu, que es más perspicaz que cualquier otro pokémon de aquellos lares, cae en la cuenta: quizá sea la Sustancia R, la maquiavélica sustancia cuyos efectos ya surtieron efecto sobre los pokémon de Ryme City en la película y el juego anterior. Pero esta hipótesis se puede desmontar rápidamente: las criaturas afectadas no presentan los mismos síntomas que otras veces.
¿Estamos, entonces, ante un nuevo caso de corrupción en la ciudad que absolutamente ningún policía será capaz de resolver hasta la llegada del joven adulto Tim Goodman y un Pikachu que habla por los codos? Tendrás que armarte con tu sombrero de detective y una cálida taza de café para saberlo a lo largo de esta aventura que conjuga elementos de novela visual con aventura gráfica.
La jugabilidad, un exceso de frenada
Detective Pikachu: El Regreso nos convida a un viaje por toda Ryme City en busca de diálogos con personajes, pistas en escenarios concretos y una historia que busca durar unas quince horas aproximadamente. Y todo ello debe englobarse en un ecosistema en el que todo funcione correctamente, sin poder avanzar hasta haber reunido toda la información pertinente y que se nos presenten quebraderos de cabeza, dignos de un juego de investigación.
Y es que ese es el pie del que cojea nuestra aventura: la completa inexistencia de esos quebraderos de cabeza. El título busca entretener encontrando pistas, pero las coloca tan exageradamente a la vista que es imposible pararse a pensar dónde podrían estar los engranajes que necesitamos para resolver cada enigma.
A la hora de encararnos ante un escenario en el que buscar las claves para seguir adelante, no tardaremos ni cinco minutos en reunir todos los datos pertinentes puesto que están todos delante de nosotros, apenas con mover la cámara del juego ya veremos todo lo que necesitamos. No se da tanto pie a que pensemos, a que el jugador reconstruya las escenas previas de cada caso ni a rebuscar por todos lados. Es un juego que no busca complicarte la vida, hecho que en una entrega de detectives e investigación no termina de cuajar del todo.
Si, en vez de colocar la información tan a la vista se hubiese aprovechado (¡por ejemplo!) la pantalla táctil del hardware de la consola, estaríamos ante una entrega totalmente distinta. Si hubiésemos podido interactuar de otra forma con todo lo que tenemos delante para hallar las pistas, el título habría sido un soplo de aire fresco en lo que a spin-offs de la saga Pokémon refieren.
Referencias y mucho color, un plato de buen gusto
Que la jugabilidad sea sencilla no es un impedimento para apreciar la obra que tenemos ante nuestros ojos. Ya es un hecho clásico en la saga: plagar la entrega de pequeñísimas referencias y detalles que, si has jugado otros juegos, te harán sonreír más de una vez.
Por ejemplo, ¿a alguien les suenan las tazas que hay sobre la mesa de la cafetería en la imagen de arriba? Es innegable, los desarrolladores de Pokémon saben muy bien cómo introducir estos pequeños gestos que, si no has jugado a otros juegos anteriores tal vez no captes, pero quien tenga más experiencia en estos títulos, sabe por qué están ahí.
Además, si bien es cierto que el estilo artístico y la cámara siguen prácticamente la misma línea que el juego que nació para 3DS, también hay que recalcar el pulido gráfico y el rework que han recibido varios personajes (sobre todo Tim Goodman). El título además cuenta con una paleta de colores bastante saturados, muy identificativos de la saga, lo que facilita el apreciar cada escenario en su totalidad.
Te gustará si te gustó…
Si te gustó la película de Detective Pikachu, la primera entrega del spin-off que nació para 3DS y las novelas visuales con toques de comedia, este juego podría gustarte también. El alma que desprende la personalidad de Pikachu en Detective Pikachu: El Regreso (y que no podemos obviar en su análisis) añadido a lo cómicos que pueden llegar a ser algunos aspectos del título siempre serán muy bien recibidos. ¡Estad atentos a más análisis!
Detective Pikachu: El Regreso
Pros
- La narrativa es bastante entretenida e invita a continuar con la trama y descubrir qué hay más allá
- La cantidad de referencias que hay es asombrosa, son detalles que a cualquier jugador que conozca la saga le harán bastante ilusión
Contras
- Es bastante sencillo terminar el juego, tienes las soluciones justo delante y no hay puzzles que requieran más de tres minutos en su resolución