«Nunca fue tan divertido bajar al infierno»
En las últimas semanas me puse a revisar que juegos indies me había saltado este año. Cada vez hay más producción, muchos desarrolladores quieren dar a conocer sus obras. Y estos claramente pasan por la autopublicación. Si bien en Steam puedes encontrar de todo no sé muy bien cómo fui a parar a Helltaker, el juego del que hablaremos hoy.
Para ello hay que comentar antes que este juego ha sido desarrollado por una sola persona: VanRipper. Bajo ese pseudónimo el artista y creador polaco ha publicado su primer videojuego. Y por si esto fuera poco lo ha hecho completamente gratis, si, habéis leído bien, podéis disfrutar de Helltaker de forma gratuita en Steam. Si realmente queréis aportar algo al creador tenéis a vuestra disposición una versión especial del juego, con la banda sonora, el arte del juego y una receta para hacer tortitas. ¿Quien no quiere tortitas?
Surrealista, cómico y magistral
Poniéndonos en la piel del protagonista nos levantamos de la cama y… sorpresa, tienes un sueño, tener un harem de chicas demonio. Si, así cómo suena. A nuestro personaje, al más puro estilo Jhonny Bravo le apetece bajar al infierno y ligar, y eso mismo hace. Toda una locura y algo que parece imposible. Pero con el humor y absurdo del juego rápidamente te das cuenta que todo es posible, así que bajas al tártaro mismo a cumplir ese sueño, y aquí comienza del todo nuestra aventura.
Llegados a este punto el juego es realmente simple, tenemos ante nosotros diez niveles, cada uno algo más complejo que el anterior y al final siempre nos espera una chica demonio a la que tenemos que conquistar con nuestra labia. Y tenemos que ser astutos, si en ese apartado en el que tenemos que tomar un par de decisiones fracasamos tendremos que repetir el nivel. No es un castigo muy grande, pues ya sabremos hacerlo de nuevo.
Puzzles y acción al ritmo de la electrónica
El aspecto jugable me parece casi perfecto, no soy mucho de puzzles, he tenido que pensar bastante pero siempre ha sido gratificante llegar al final. Simplemente tendremos que superar una serie de obstáculos (pierdas, pinchos, esqueletos…) para llegar a la chica demonio del nivel y seducirla. Ademas para esto contamos con un límite de movimientos y por lo que parece sólo hay un camino correcto en los niveles. El único inconveniente y mayor sorpresa para mi se encuentra justo al final, pasado el último nivel. La curva de dificultad sale disparada, y de puzzles cambiamos a un juego de reflejos donde esquivar es lo más importante.
¿Y que sentido tiene eso? Pues ninguno, pero cómo casi todo el juego. Estamos hablando de una obra caricaturesca y cómica. Vienes aquí a pensar un poco, pero sobre todo a pasarlo bien. Muchos aspectos en el juego desentonan o están fuera de lugar, pero está hecho a propósito, para ser aún más burlesco y llamar tu atención.
Y si hablamos de puntos destacables hay que nombrar el arte del juego. Se nota que todo ha sido hecho a mano, los personajes y los entornos. Se nota que hay un auténtico artista detrás del proyecto, pues este apartado junto con la música es lo que más sobresale. En todos los niveles nos acompañará una música de lo más viva, y es cierto que no varía mucho la banda sonora, pero claro, hablamos de un juego de dos horas de duración máxima. Sin embargo, puedo afirmar que ese tiempo seduciendo a chicas demonio y con la electrónica retumbando en el infierno ha valido totalmente la pena.
La nota final y las tortitas
La forma en la que la música parece sincronizarse con los niveles y el toque tan dinámico y rápido que tiene el juego, aún siendo puzles, es toda una sorpresa a alabar. No estamos acostumbrados a este tipo de juegos, y en cierto modo, no todos lo aceptarían. En un primer momento no entendí porqué este juego tenia tan buenas críticas.
Después de entender todas las referencias y gozarlo al completo, incluyendo secretos y coleccionables puedo decir que estamos ante un gran juego. Que sabe llevar al límite su humor, que juega sin miedo con muchos tópicos y consigue ser una obra muy original. Y no hay mucho más que decir sobre Helltaker, si no lo habéis jugado aún no tenéis excusa alguna.