Ariana Aguado
Hoy os traemos el análisis de Hokko Life, un simulador de vida donde los personajes son antropomorfos y somos nosotros quienes nos ocuparemos de hacer de la vida en el pueblo algo memorable. Pese a llevar más de un año en Early Access, Hokko Life se ha lanzado hoy por completo para varias plataformas. Hemos tenido la oportunidad de jugarlo y aquí os traemos nuestra experiencia. ¡Vamos allá!
La fórmula, un tanto memorable
Y diréis: ¿por qué pone en el título del análisis que Hokko Life es el Animal Crossing que nunca fue? Porque empieza con nuestro personaje en un tren (como en Animal Crossing), llegando a un pueblo un tanto destartalado (como en Animal Crossing). Tenemos un menú de personalización un tanto escaso (como en Animal Crossing), además de tener que entablar amistad con criaturas antropomorfas (como en Animal Crossing).
La fórmula en sí es muy similar a la propuesta de simulador de vida de Nintendo, claro está. No hay una historia fija, más allá de entablar amistades, construir casas, mejorar la vida popular en general… Vaya, lo que viene a ser un simulador de vida de los de siempre. Pero es que Hokko Life tiene problemas, muchos (no como Animal Crossing). Y es lo que vamos a abordar ahora mismo.
Los vecinos, dignos de mención
Como en cualquier otro simulador de vida, las amistades que se pueden entablar con los vecinos es de los puntos más importantes a la hora de jugar. Es lo que dota de personalidad a la entrega. Pero aquí viene uno de los primeros fallos: los animales carecen de sentido. Sí, como lo leéis. No aportan absolutamente nada al juego (quitando, lógicamente, que son ellos quienes te ofrecen la mayoría de misiones a realizar). Y además de ello, no tienen personalidad.
No es como en Animal Crossing, que cada vecino tenía una personalidad (como la Normal, Dulce, Presumida, Deportista…). Aquí no hay tanta variedad, lo que se reduce a que los diálogos se quedan muy escuetos y no dan para gran cosa.
Bugs y errores que hacen de la jugabilidad uno de los peores aspectos
Por si fuera poco, estos diálogos dan pie a un nido de bugs gravísimo, incluso al principio del juego. Si acabas de llegar al pueblo y uno de los dos vecinos que hay te pide buscar una bufanda roja, el otro TAMBIÉN te hablará de esa bufanda y te preguntará dónde está, pese a ser propiedad del primer vecino.
Además, los errores de localización al castellano se suceden uno tras otro. Y para muestra un botón.
Sí, quizá en algunas partes puede quedar gracioso, pero cuando los errores de localización se repiten una y otra vez, termina sacándonos del juego. Y es una pena, porque en este apartado el juego podría haber dado mucho más.
Y ya no es solo que la entrega tenga pésimos diálogos y una mala localización, sino que las misiones del principio son muy poco intuitivas. Oma, el dueño de la posada principal, nos dirá que si queremos hacernos una casa, tendremos que conseguir un hacha. ¿Dónde está el hacha? Vete a saber. Si hablas de nuevo con él, te dirá que el hacha la tiene Moss, otro de los vecinos. ¿Dónde está Moss? Vete a saber.
De acuerdo, vamos a buscar a Moss. Y empiezan a sucederse las pantallas de carga al tratar de recorrer todo el pueblecito y la playa que colinda. Algunas incluso llegan a durar varios segundos. Y cuando (¡por fin!) conseguimos el hacha… no sabemos cómo usarla porque el tutorial del juego se olvida de decirte cuál es el botón para ello. Pero no pasa nada, finalmente encontraremos el botón y conseguiremos hacernos con ello.
Aun así, no todos los aspectos son malos. Las animaciones están muy logradas y el estilo del juego es bastante bonito. La parte visual de la entrega no nos supone ningún fallo, y es digno de alabanzas, claro está.
La música, ideal para la entrega
Y no podemos dejar de lado uno de los apartados más importantes de este estilo de juego: la música. Es envolvente y ayuda a mantenernos enfrascados en la entrega. Es un estilo tranquilo, muy acorde a lo que estamos acostumbrados a escuchar en entregas más populares como Animal Crossing. Relajante y absorbente, esos son dos de los mejores puntos de la banda sonora de Hokko Life.
Te gustará si te gustó…
Si eres fan de los juegos de simulación, como Animal Crossing o Los Sims, esta es tu oportunidad. Aunque el juego tenga ciertos errores, no es nada que no se pueda solucionar mediante un parche que podría llegar mediante actualizaciones.
Es necesario recordar que está en una fase temprana pese a haber sido lanzado ya, y estos pequeños detalles se pueden arreglar. Mantenemos nuestra esperanza, porque para este análisis hemos visto que Hokko Life ha sido creado desde un profundo cariño hacia los videojuegos de este estilo.
Hokko Life
Pros
- La música es capaz de sumergirte en el juego
- El arte está muy conseguido y bien acabado
Contras
- Los bugs hacen que la experiencia de juego se torne negativa
- La localización falla en numerosas ocasioens
- No consigue el realismo que se busca en la simulación a la hora de entablar amistades con los vecinos
Sergio Calzón
