En cuanto me enteré de que iba a salir la segunda parte de Kathy Rain, corrí a pasarme el primero (era uno de mis eternos pendientes). Era la ocasión perfecta para jugar una aventura gráfica sólida y lo suficientemente ligera que me hiciera disfrutar como lo he hecho con tantos otros juegos del género. Y hoy tengo la suerte de poder hablaros en este análisis de Kathy Rain 2: Soothsayer, la nueva entrega de Raw Fury junto a Clifftop Games.
Mujer fuerte, independiente… y muy, muy lista
Ya en la primera aventura de nuestra protagonista pudimos apreciar su personalidad. Kathy Rain es increíblemente independiente, tenaz y, por qué no, tan irónica que resulta hasta arisca en ciertos momentos. Y resulta hasta cómica en multitud de ocasiones donde debe primar el echarle cara antes que el saber negociar. Eso fue lo que la llevó a resolver su primer caso como investigadora, del que no os haremos spoiler por si tenéis esta bilogía pendiente.


Este patrón se repite en Kathy Rain 2: Soothsayer. Vemos a una Kathy un tanto más madura, pero igual de altiva que siempre. Desafortunadamente, la vida no siempre va como queremos: los ingresos de su oficina de investigación han ido en picado, entrando casi en la bancarrota. Por cosas de la vida, se da de bruces con la noticia de que se ha ofrecido una jugosa recompensa por encontrar al asesino en serie de la ciudad de Kassidy, lugar donde se ha trasladado para vivir y trabajar.
El asesino, popularmente conocido como Soothsayer (o vidente/adivino en castellano), está causando pavor entre los vecinos de la localidad, y recientemente se ha cobrado a su quinta víctima: la popular escritora Debra Sinclair. La policía no da abasto entre tanta víctima y tan poco período de tiempo que separa a cada una, por lo que ofrecer doscientos de los grandes suena genial para animar a la población a dar una mísera pista del paradero o identidad del Soothsayer. Sobre todo si en esa población reside una hambrienta (literalmente) Kathy Rain.


Nuestra protagonista no perderá ni un segundo, viéndose envuelta en una trama de drogas, muerte, desafíos y mucho, mucho humor entre toda la podredumbre que rodea al caso que hoy la atañe.
La barrera del idioma
Si hay algo que, tristemente, nos ha escamado de esta segunda entrega de Kathy Rain ha sido el idioma. El título no está traducido al castellano, pudiendo ser jugado solamente en alemán, francés e inglés. No hay ni rastro de español, aunque esperamos que en un futuro se añada un parche con los subtítulos traducidos a nuestro idioma.
Y si bien es cierto que en decenas de títulos no es importante el idioma en el que se juegue, no ocurre lo mismo con las aventuras gráficas. Son un género en el que es completamente necesario estar atento a cualquier mínimo detalle, y si se te escapa algo, puedes caer en una espiral de frustración y de sensación de callejón sin salida bastante desagradable de la que es difícil salir sin una guía a mano.


Pese a ello, si posees el nivel de inglés lo suficientemente alto como para manejarte en un juego de este estilo sin sudar la gota gorda o sin recurrir a algún diccionario inglés-español, te podemos asegurar que disfrutarás de una aventura que no te dejará indiferente, máxime si has jugado la primera entrega de la saga.
Un arte evolucionado
Uno de los puntazos de la primera entrega de Kathy Rain fue que era un tributo a todas aquellas aventuras gráficas de finales de los noventa y principios de los dos mil en lo que al apartado gráfico refiere. Y es que cumplía con todo: formas abiertas delimitadas por las paletas de colores, pixel art un tanto grueso en lo que son los escenarios, pero más detallado en los retratos de cada uno de los personajes y lugares que casi parecerían fotografías hasta que te acercas un poco a la pantalla.
Y Kathy Rain 2: Soothsayer evoluciona este tipo de pixel art, da un pasito más allá. Añade más texturas y ampliando los retratos de los personajes, notándose esta diferencia, sobre todo, en el de la propia Kathy.
También se observa en los cuerpos de los personajes. La luz envuelve sus cuerpos y les da unas tonalidades distintas a sus ropajes, a diferencia de multitud de escenarios del primer juego. En él, el personaje parecía un tanto separado del lugar donde se encontraba porque la luz y las sombras no encajaban del todo con él.


Definitivamente, Kathy Rain 2: Soothsayer es una continuación más que perfecta para una primera entrega que ya dejó el listón muy alto en cuanto a narrativa. A nosotros nos ha durado algo más que el primero (siendo que la segunda parte duró 8 horas y el primero 7).
A todos los amantes de la aventura gráfica más tradicional: os gustará, no cabe la menor duda, sobre todo por los giros de guión con los que os vais a dar de bruces, como ya acostumbraba la primera entrega. Y a quienes acabáis de aterrizar en el género… Preparaos, lo que estáis a punto de ver os va a volar la cabeza. Y puede que literalmente.