Adrián JiménezMuchos juegos buscan la innovación para sobresalir y destacar por encima del resto, en cambio, Koira consigue lo mismo pero a través de la simplicidad.
Desarrollado por el estudio belga Studio Tolima y publicado por DON’T NOD (estos últimos conocidos por títulos que exploran la narrativa profunda y emocional como Life is Strange), Koira nos transporta a un universo mágico y con una naturaleza única y diferente, donde las palabras son innecesarias al más estilo de nuestro querido GRIS y donde la conexión con los demás, y el entorno, es lo que realmente importa. Un juego que, más allá de su corta duración de unas 4 horas, ofrece una experiencia directa a tu corazoncito, te lo puedo asegurar.
Antes de empezar con el análisis, os dejamos el tráiler de este increíble indie para echarle un ojo y ver si os atrae su estética:
Un viaje sin palabras: La increíble narrativa del silencio en Koira.
Algo que siempre me ha apasionado del arte en general, es la capacidad de poder transmitir tanto sin el uso de diálogo o palabras. Por ejemplo en el cine lo podemos ver recientemente con películas como Flow, que es capaz de decir mucho sin una sola palabra, y esto mismo es lo que siento con Koira.
El juego utiliza un enfoque únicamente visual y sonoro para contar su historia, guiándonos a través de un mundo de ensueño donde los colores suaves y las melodías relajantes toman el protagonismo. Comenzando cuando encontramos a un cachorro perdido en el bosque el cual será nuestro fiel acompañante durante esta preciosa aventura. Este inicio sencillo se transforma en una experiencia emocional bastante más profunda de lo que puede parecer en un inicio. A lo largo del juego, seremos testigos de la creciente relación entre el protagonista y el perrito, que se desarrolla a través de la cooperación mutua.
Este enfoque narrativo no es algo nuevo y nunca antes visto, como ya he mencionado. Pero sí que me encanta recalcar lo difícil que es lograr trasmitir sentimientos tan fuertes a través de esta narrativa del silencio.
Atmósfera y jugabilidad: Un mundo sencillo pero mágico.
Diría que sin duda alguna la atmósfera de Koira es su mayor fortaleza además de su peso narrativo. En este apartado me gustaría sin duda alguna incluir el apartado musical, el cuál es una pieza clave en este juego (y todos los que siguen este tipo de dinámica). Es verdad que los escenarios son bastante simples y no destacan mucho, pero es verdad que están impregnados de detalles que invitan a la exploración. Cada rincón del bosque está diseñado de manera que cada árbol, cada flor o cada sendero cuenta una parte de la historia.
El ciclo día/noche tiene un impacto visual bastante considerable, sumergiéndonos aún más en su entorno. Notas como la naturaleza misma se convierte en un personaje dentro de Koira, tan vital como «el espíritu» o el perrito.
La música, como ya he mencionado, acompaña perfectamente la acción. Las melodías suaves y las sutiles variaciones en la música indican los cambios de tono dependiendo del momento de la historia y hay que dejar claro que es lo que más ayuda para manejar las emociones sin ningún tipo de texto de por medio.
En cuanto a la jugabilidad, estos títulos me suelen decepcionar un poco. Koira no se siente como un videojuego que te empuje constantemente a realizar una acción mínimamente compleja. Los puzles son relativamente sencillos, pero entiendo que no se trata solo de resolver acertijos para avanzar, sino vivir la historia que te van a contar y sentirte un personaje más de la historia.
Las mecánicas de Koira se sienten orgánicas y poco forzadas (para lo que suelen ofrecer estos juegos). El juego fluye de manera natural, permitiendo que el jugador se sienta inmerso en el mundo sin la necesidad de grandes complicaciones. La jugabilidad está diseñada para ser accesible, pero aún así ofrece momentos desafiantes, especialmente en sus secciones de sigilo las cuales se pueden llegar a complicar en ciertos puntos.
Conclusión: Un mensaje de esperanza directo al corazón.
El mensaje de Koira es claro y profundamente resonante en tu mente durante un tiempo: la amistad y la protección de los más vulnerables son valores que nunca debemos perder. Siento esta historia como un recordatorio de que aunque no tengamos el control sobre nuestro entorno y todo pueda parecer un borrón negro a nuestro alrededor, siempre podemos encontrar la fuerza en la compañía de otros.
Me resulta un título perfecto para quienes buscan una experiencia relajante y a su vez profunda, donde cada momento está cargado de significado. Koira logra transmitir con la magia de la naturaleza y la conexión a través de la experiencia visual y sonora superando mis expectativas.
Recomendado sin dudas para todos aquellos que aprecian los juegos con una narrativa sensible y una jugabilidad sencilla. No dejéis pasar por alto esta joya indie.
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Sergio Calzón
Bishamon