Hace alrededor de un par de años que conseguí jugar GRIS por primera vez y, para qué nos vamos a engañar, me atrapó. No sé muy bien por qué, pero lo consiguió. Ya sea por los colores, la narrativa que emana cada uno de ellos y los distintos escenarios que fui viendo a lo largo de mi aventura que, incluso, me llevó a hacerme con la edición coleccionista del juego (imaginaos mi obsesión). Y qué grata fue mi sorpresa cuando, en aquel Nintendo Direct, Nomada Studio anunció que este mismo año saldría su siguiente aventura: NEVA. Jamás imaginé la emoción que iba a sentir al sumergirme, de nuevo, en esta gran nube de color, sentimiento y pasión por los videojuegos. Hoy, os traemos su análisis. Esperamos que lo disfrutéis tanto como yo lo he hecho probando este título.
¿Neva?
Antes de probar este título, no quise ver absolutamente nada. Ni tráilers, ni demasiadas imágenes previas al lanzamiento (quienes seguimos a Conrad Roset lo hemos tenido complicado, su entusiasmo se contagiaba a través de cada fragmento que compartía a través de Twitter), ni ningún detalle sobre el juego. Nada. Sencillamente pensé que no valía la pena spoilearme, por poco que fuese, la experiencia. La misma que tuve con GRIS, del que no supe nada hasta que lo jugué. Y qué tremenda decisión llevé a cabo.
NEVA nos presenta a Alba, la joven protagonista de esta historia, y a Neva, su precioso cachorro de lobo blanco quien va creciendo a medida que progresamos en la historia. Y en un principio tal vez os preguntéis qué pintan una mujer y un perro en esta historia. La respuesta es sencilla: son el eje sobre el que gira toda la trama que, sin hacer uso de palabra alguna, Nomada Studio nos va contando a lo largo de las aproximadas cinco horas que dura el juego.
Alba, quien es además una excelente espadachina, recorrerá junto a Neva un mundo sin fin donde la oscuridad y sus aliados amenazan con instaurarse. A través de una gran cantidad de escenarios que explotan de color y que todos, por norma general, siguen una misma paleta de colores exceptuando el momento en el que la oscuridad hace acto de presencia, viviremos una trama de amistad y, por qué no, amor incondicional que nos ha atrapado desde el primer minuto.
De GRIS a NEVA
Durante los días en los que compartí por redes sociales lo muchísimo que me estaba gustando GRIS, recibí comentarios de todo tipo: los hay quienes lo consideraban una carta de amor a los videojuegos (idea que comparto), y los había quienes opinaban que al juego le faltaba algo más de acción entre tanta plataforma. Nosotros, desde la redacción de The Art of Gaming, opinamos que GRIS era redondo tal y como es, siendo un título al que no le falta de nada pese a carecer de apartados como combates. Y este es un aspecto al que Nomada Studio le ha dado una vuelta.
En NEVA tenemos la posibilidad de, como os mencionábamos anteriormente, hacer uso de la espada de Alba para derrotar a los enemigos que buscarán dañarnos y hacer florecer la oscuridad en nuestro interior. Combinando los ataques normales junto a los saltos, los ataques en descenso y los dashes nos queda un apartado que, pese a no ser del todo profundo (al menos, en un principio, pero no queremos desvelaros ninguna sorpresa), queda perfecto.
El combate no es frenético, en absoluto. Es delicado, no importa contra quiénes nos enfrentemos. Termina siendo un aspecto muy suave, incluso dulce en ciertos sentidos. Además, habrá momentos en los que sintamos rabia. Rabia por no querer derrotar al enemigo que tenemos delante porque es uno de nosotros. Muchos son seres de la naturaleza, criados en completa libertad, como Alba y Neva. Y ese es el grito que emana este título: la libertad y la sed, no tanto de venganza, sino de impedir que todo aquello que conoces se vea envuelto en algo que nunca fue, como la oscuridad, el vacío o la tristeza.
La misión de nuestros protagonistas será, por supuesto, salvar el mundo de la oscuridad, teniendo que sortear cualquier tipo de obstáculo para conseguirlo y, por supuesto, llorarás. Más de una vez, si eres tan sensible como yo, sobre todo si tenemos en cuenta la relación entre Alba, Neva y la dirección que lleva el juego.
Escucha a tu alrededor
La amistad que une a los dos protagonistas es algo excepcional. Al haber sido criado desde cachorro, Neva tiene una confianza ciega en Alba, y sabemos que es recíproco. Tienen una conexión muy especial y es demostrable en cualquier momento donde llamemos al lobo blanco, dado que al escuchar su nombre nos responderá con un ladrido o aullido.
El problema viene cuando dejamos de escucharlo.
Habrá momentos donde nos veamos completamente solos y Neva, por el motivo que sea, no esté a nuestro lado. Esos momentos se llenan, valga la redundancia, de silencio, de escenarios fríos y vacíos que carecen de sentido si nuestro amigo no nos acompaña. Es tal la relación entre estos dos personajes que uno depende del otro para tener sentido, y establecer ese tipo de narración sin llevar a cabo ningún tipo de diálogo, más allá de llamar a Neva y que éste responda, es algo muy complejo que Nomada Studio ha sabido hacer a la perfección.
Quienes hemos tenido amigos peludos sabemos lo bien reflejado que se muestra este nexo entre ellos dos. Cómo sin hacer uso de las palabras se palpa un gran cariño. Es, sin duda, uno de los apartados que más nos ha encandilado. Y que más nos ha movido el corazón.
Definitivamente, NEVA es un título que tenéis que jugar. No importa si no sois muy de juegos plataformeros o de combates ligeros. Da absolutamente igual. NEVA se quedará viviendo en vuestro corazón eternamente y, estamos convencidos, cada vez que lo recordéis esbozaréis una dulce sonrisa porque, en el fondo, todo habrá merecido la pena.