Hoy se ha lanzado al mercado internacional Season: A Letter to the Future, por lo que aquí os traemos el análisis de este sorprendente videojuego indie que, no nos cabe la menor duda, va a dar mucho de qué hablar en los próximos meses. Vamos allá.
Caro, la estación y una joven anónima
La compañía canadiense Scavengers Studio, conocida por su anterior trabajo, Darwin Project, coloca sobre la mesa una historia sorprendente capaz de llamar la atención incluso al jugador más casual de indies. En ella, nos colocamos en la piel de una joven que se ve en la obligación de abandonar el seno de su hogar en el pequeño pueblo costero Caro.
Pero, ¿cuál es el motivo de esa marcha? La muchacha vive en una zona bastante cómoda, tiene familia, amigos, un hogar cálido y acogedor… ¿Quién en su sano juicio se iría de allí?
Y mientras paseamos por Caro, entendemos por qué tenemos que marcharnos de este lugar. Los habitantes del pueblo están huyendo de las enfermedades mentales que acechan en el exterior, como la enfermedad del sueño. Pese a los intentos de exitosos doctores de atajar estas enfermedades, muy pocas tenían solución (tal y como sucede con el exceso de recuerdos), por lo que los lugareños prefirieron confinarse a sí mismos dentro de la villa en lo alto de la montaña, lejos del peligro y lejos del resto de la civilización.
Pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados y encerrados para siempre, más aún sabiendo que ahí fuera podría estar nuestro padre, de quien tenemos pequeños atisbos de recuerdos.
La premisa principal del juego será obedecer nuestro instinto y salir de entre las murallas de Caro, enfrentándonos a los miedos que aguardan desde tiempos inmemoriales. Saldremos para ver con nuestros propios ojos qué hay más allá de la villa en la montaña.
Y lo vamos a documentar para no olvidarlo nunca y traerlo al futuro.
Season: A Letter to the Future permite al jugador descubrir, entender y, sobre todo, documentar la historia de un lugar en el que la Estación ha arrasado por completo y ha paralizado en el tiempo de forma permanente. Salir es un peligro, pero quedarse en casa con la eterna duda de qué habrá más allá también lo es.
La jugabilidad, el pequeño hándicap de la entrega
Pero todo este misterio se ve ligeramente entorpecido por una jugabilidad algo tosca. La primera partida iniciada no mostraba los controles del juego debido a varios bugs* visuales, e incluso el personaje comenzaba a caminar de forma automática en una dirección.
Por otro lado, pese a que el juego bebe directamente de muchas aventuras gráficas en el apartado visual, se echan en falta varios elementos que realmente conviertan a esta historia en una aventura real. Uno de los aspectos en los que más se nota esta falta de elementos es en la propia exploración. Parece que estamos, simplemente, sobre un escenario inerte. No hay nada que hacer, salvo coger alguna postal, escuchar alguna caja de música o rellenar el diario a nuestro gusto (a modo de scrapbooking).
Otro de los problemas que presenta Season: A Letter to the Future y a destacar en su análisis es el camino demasiado lineal que supone seguir su historia. Esto es, tenemos escenarios que observar pero nada que hacer en ellos, y se suma el hecho de que no hay distintas rutas, no hay distintos caminos a los que ir y volver. Es un viaje en el que únicamente tenemos que sentarnos y… seguir hacia adelante, porque no hay otras opciones.
Uno de los últimos fallos que hemos podido encontrar ha sido la total pasividad con la que la protagonista vive los acontecimientos que se le ponen por delante. Tiene el mismo tono de voz en todo momento, sin mostrar ningún tipo de emoción ni sensación, lo que nos separa muchísimo de ella y somos incapaces de conectar con aquello que piensa en determinados momentos.
*Es menester recalcar que el juego ha recibido una actualización muy favorecedora en este aspecto.
El arte, la fuente de belleza inagotable
Si bien es cierto que la entrega posee ciertos hándicaps, está muy claro que el apartado visual no es uno de ellos. Los escenarios, pese a que puedan inspirarnos un mundo triste, están llenos de colores muy vivos y se ha cuidado cada mínimo detalle del mundo que nos rodea en Season. Aquí podéis ver algunos ejemplos.
Incluso hay diferentes técnicas creativas aplicadas en diferentes lugares que consiguen evocar épocas pasadas de una forma muy fidedigna a las mismas. Definitivamente, la entrega sabe muy bien de qué forma movernos a través del tiempo y de qué forma recordarnos el presente.
Te gustará si…
En este análisis de Season: A Letter to The Future hemos encontrado elementos que beben de otros juegos, como las aventuras gráficas y las novelas visuales, por lo que es muy probable que os guste si sois jugadores fieles a estos géneros. Pese a sus errores, es un videojuego que nos invita a un viaje que, aunque lineal y sin mucho que hacer, muestra una historia muy dura y muy inspiradora en varios aspectos.