Hoy os traemos el análisis de Song of Nunu: A League of Legends Story, nacido el día 1 de noviembre de este mismo año de la mano del estudio español Tequila Works. El título recoge la historia de Nunu, un niño músico nacido en la tribu nómada Notai, muy similar a los esquimales, y de Willump, el último superviviente de los Yetis mágicos. Pillad palomitas y un abrigo, que nos vamos de viaje por todo Freljord (¡y sin spoilers!).
Un único objetivo para dos amigos
Frío. Soledad. Música. La vida de Nunu consiste, precisamente, en eso. En avanzar hacia adelante, sin un rumbo fijo determinado con antelación. ¿Su tribu? Pereció hace tiempo. ¿Su madre? Tuvo el mismo final. ¿Su única compañía? El último de los Yetis mágicos, Willump. Su pilar fundamental.


Nunu y Willump, Willump y Nunu. La amistad que les une va mucho más allá de lo que entendemos como comprensible. Y ese es el preciso motivo por el que siempre andan juntos a cada lugar, a cada rincón. Es por eso que, cuando Nunu comienza a tener visiones con su madre y una misión que ella misma decide encargarle, el Yeti decide acompañarlo por toda la región de Freljord sin ningún atisbo de duda.
¿Que cuál es esa misión? Casi nada, encontrar un «corazón helado» que permitiría a Nunu salvar su tierra y vivir con total tranquilidad. Sencillito, ¿cierto?
En esta aventura del estudio español Tequila Works tendremos que estar más que dispuestos a reunir coraje y astucia para, poco a poco, desgranar la historia que la compañía nos propone. Acompañados de la flauta que nuestra madre nos regaló hará un tiempo, la Sonatora, y armados con unas cuantas bolas de nieve, nuestra historia comienza en este mismo momento, al paso de los Yetis mágicos y al brío de la inocencia infantil más pura.
¿Un título pasillero?
Durante todo el periplo que disfrutaremos a lo largo de Song of Nunu: A League of Legends Story, nos encontraremos con distintos rompecabezas, combates y acertijos en un recorrido que, pese a su linealidad, termina resultando entretenido gracias a la gran construcción del entorno.


Esto es: sí, el mapa es completamente lineal, con algunos atisbos de rincones que permiten al jugador abstraerse un poco de la misión principal reuniendo una serie de pequeños coleccionables. Pero la linealidad no es un flaco favor gracias, precisamente, a la cantidad de escenarios que, con sumo detalle, el equipo ha tenido el gusto de mimar. Da igual dónde estemos: la perspectiva de Nunu siempre permitirá que allá donde coloquemos nuestros pies, nos parezca un espacio vastísimo, lo que torna esta apuesta en un acierto en toda regla.
Sin embargo, y pese a que el mundo invita a ser explorado y explotado hasta los límites, es cierto que muchos de los puzzles, al igual que los combates se sienten un tanto pasados de frenada. Sí, entendemos que es un título pensado para un público general, que abarca un extenso rango de edad, pero el sistema de combate escasea en profundidad, convirtiéndose en un elemento muy plano a lo largo de la historia y que apenas la dota de algún elemento significativo en la aventura.


Por su parte, los rompecabezas no son (ni mucho menos) difíciles de entender. Son muy sencillos en su mayoría: tocar la Sonatora, quitar hierbajos puntiagudos haciendo uso de las bolas de nieve de Nunu, escalar paredes de hielo quebradizo… pero se quedan a medio gas y no consiguen realzar la experiencia tanto como podrían haberlo hecho.
Es cierto que todos estos acertijos permiten dotar de vida a la ruta que Song of Nunu nos propone y que evitan que el juego termine resultando pasillero, pero la inexistencia en la complejidad del combate y la rápida resolución de los acertijos son el elemento que pone la zancadilla al spinoff de League of Legends.
Un juego muy vivo
Pero si hay algo que Song of Nunu hace increíblemente bien es tener una estética que oscila entre lo cartoon y el midpoly que hará que quieras quedarte sentado apreciando cada detalle. Ya sean los colores de Willump, la animación del abrazo entre él y Nunu o los escenarios repletos de vida.


Es, de hecho, el caso de varias áreas del juego. Las paletas de colores invitan a tomarnos un momento de calma a lo largo de todo este viaje. Explorar cada rincón, cada ápice que nos ofrece Tequila Works es una delicia para todos los sentidos. Es más, cada una de las cinemáticas del título se han creado cuidando incluso el más mínimo detalle estéticamente. Sólo tenéis que ver un par de ejemplos para convenceros de ello.
Te gustará si…
Tanto si eres fan de League of Legends como si no, Song of Nunu: A League of Legends Story te gustará. Ya sea por la historia, por los personajes que aparecen, por todas las referencias o por su fácil jugabilidad. Es más, el título es un gran acompañante de otros spinoffs del popular MOBA, como The Mageseeker o The Ruined King.
Song of Nunu: A League of Legends Story: es un título sencillo y corto cuya estética te atrapará hasta terminarlo. Si, además, eres fan del lore de League of Legends, captarás todas las referencias que Tequila Works ha colocado meticulosamente para ti. – Ariana Aguado