Super Mario 3D All-Stars llegó a Switch, rodeado de polémica, el pasado 18 de septiembre. Y no os engaño cuando digo que no he soltado la consola en estos días porque andaba encandilado, jugando y reviviendo las aventuras que años atrás ya me sorprendieron. Si una cosa he tenido clara en todo momento, es que tanta polémica es absurda, el entretenimiento que ofrece cada uno de los juegos que encontramos aquí es único. Es una gran oportunidad para probar tres grandes clásicos de Mario.
Y por ahí empezaremos, Super Mario 3D All-Stars es una colección de tres juegos de mario en 3D: Super Mario 64, Super Mario Sunshine y Super Mario Galaxy. En añadido también tenemos la banda sonora completa de los juegos. Sin embargo, para este análisis no evaluaremos aspectos ya vistos previamente en estos juegos, cómo la historia de cada uno, o la música, pues hay pocos cambios. Ahora vamos directos al Reino Champiñón a ver cómo se han adaptado estos clásicos a Nintendo Switch.
Super Mario 64, bueno y suficiente
Hablando de este Mario nos podemos remontar al 1997, pues es la versión que se ha adaptado, la de la Nintendo 64, y no la de la Nintendo DS. Eso implica que el juego se encuentra sin muchas de las mejoras que se le hicieron en el momento. Esto es totalmente un paso atrás, y eso por no nombrar la ausencia de varios idiomas, entre ellos el castellano. Aún así ese punto no es el más importante, es un juego con muy poco texto, realmente simple.
Otro de sus problemas se encuentra en la resolución, 4:3 es la relación de aspecto escogida para el juego, es decir, no cubre toda la pantalla de la Switch. Han pasado un filtro de alta resolución por encima, pero aún así, muchos de los aspectos gráficos del entorno se sienten muy toscos, incluso para el año en el que estamos. Pero no es todo malo, hablamos de un clásico de hace más de 20 años, y jugarlo ahora no está nada mal, sobre todo en portátil. Conectada a la televisión pierde bastante, pues su resolución (960×720) es la misma tanto con el dock cómo sin él. Es el que menos mejoras tiene de esta colección pero aún así se siente muy bien jugarlo.
Como decía antes estamos ante un clásico de los juegos 3D, uno de los primeros, y que sentaría las bases para próximos juegos. Jugar esta obra maestra a día de hoy es obligatorio, algo como correr, el triple salto o deslizarse en entornos tridimensionales era toda una novedad en la época. Jugando ahora sientes que de verdad estás reviviendo un juego de hace muchos años. Empezar por este nos hace entender la evolución de los otros Mario de la colección.
Si es cierto que algo de detalle le falta, y la ausencia de mejoras en el título es más que notable, más teniendo en cuenta que la versión de Nintendo DS es la más actual y consiguieron un gran resultado. Pese a decisiones algo incomprensibles el título se sostiene gracias a la nostalgia y a su valor histórico. Bob-omb Battlefield y encontrar todos sus secretos, lo desafiante que era encontrar ciertos lugares, o simplemente alcanzarlos de un salto. Todo eso sigue siendo un desafío y una aventura que jamás envejecerá.
Super Mario Sunshine es casi perfecto
Poco le ha faltado a Super Mario Sunshine para ser perfecto. Empezando por el apartado visual hay que decir que está más que pulido, encontramos el juego en HD, conectada a la televisión: 1920 × 1080. En modo portátil: 1280 × 720. Podemos ver Ciudad Delfino o el Parque Mamma Mía con una nitidez asombrosa, desde luego parece que no han pasado los años. Por otro lado, el rendimiento si que sufre mucho en esta versión, pues al igual que el Mario 64, este va a 30 fps, pero en este caso vemos caídas de vez en cuando. Un fallo imperdonable, y que molesta de vez en cuando.
El sistema de movimientos y el A.C.U.A.C están realmente bien adaptados, al principio nos costará, pero tardaremos poco en familiarizarnos con los nuevos controles. Y aquellos niveles en los cuales Mario pierde el ya nombrado artilugio son todo un reto, es en este momento donde se aprecia que el juego podría tener mejoras en la cámara y ser algo más fluido.
Por otro lado, esa profesionalidad de Nintendo cae un poco al ver los rastros de desarrollo en algunos niveles, un fallo curioso que resulta hasta interesante. Aún así estamos ante la única adaptación que tiene Super Mario Sunshine desde la GameCube, y por raro que parezca el mando de esa misma consola no es compatible con el juego. Pero para todos aquellos que no lo hayan jugado es una gran experiencia. Conseguir todos los soles y buscar todos los secretos de Ciudad Delfino sigue siendo más que gratificante. Y si os acordáis poco del juego o lo estáis reviviendo ahora os dejamos una pequeña guía del juego.
Super Mario Galaxy, un resultado sublime
Probablemente estemos ante la joya de la corona en esta colección. Con mejoras en la cámara y una adaptación de controles más que aceptable. Cuenta con la misma alta resolución de Sunshine, y luce tan bien como entonces. Cierto es que es el más actual, poco había que hacer, y por ello se mantiene tan bien. Se sigue viendo precioso, tanto en portátil como en televisión.
Sin embargo, ahí encontramos uno de los fallos de Galaxy en Switch, en el modo portátil. Jugando en el televisor hay pocos problemas, más allá de los sensores de los joycon, que a veces se vuelven locos mientras cogemos trozos de estrella. Galaxy se apoya en el táctil y en el sensor de movimiento de la propia consola en el modo portátil, y esto la mayoría de las ocasiones es algo incómodo.
No cambia tanto la experiencia, sobre todo porque muchos de los movimientos que había en Wii ahora son más fáciles. Cómo el giro, necesario agitar el mando para realizarlo, ahora es posible con un sólo botón (también podemos agitar la consola o un joycon, han mantenido algunos controles).
Da la impresión de que una de las experiencias más fáciles de los 3D de Mario es más fácil todavía, pero no es algo negativo. La jugabilidad es perfecta, el juego se ve cómo el mejor y la música es la guinda que hace de esta adaptación la mejor de todas. Es algo injusto decir esto, pues es el «más joven» de los tres, pero aún habiendo pasado trece años, Super Mario Galaxy sigue siendo la obra maestra que fue y poder jugar una versión mejorada ahora es toda una maravilla para todos los jugadores.
El derroche de diversión y desafíos ya es más que suficiente para ir a por esas 120 estrellas en Switch. Tanto si lo habéis jugado cómo si no está es una gran oportunidad, pues Galaxy ya es una razón de peso, y suficiente, para jugar esta colección de juegos.
Super Mario 3D All-Stars es muy bueno, pero pudo ser más
Repasando en general la experiencia de los tres juegos salta a la vista la ausencia de muchas mejoras. Pues solo han tocado resoluciones, controles y poco más, y esa es la verdad. El único extra es la biblioteca musical de cada juego, que siendo sinceros, es un sobresaliente en cada uno, especialmente Galaxy. Pero un pequeño libro de arte o algo más de mimo en una interfaz tan simple hubieran ayudado algo. De igual manera pulir algo más los gráficos o las resolución en Mario 64, cubriendo por ejemplo con algo las bandas negras habría sido un detalle.
Y dejo para el final del análisis una de las grandes ausencias inexplicables. Super Mario Galaxy 2, el juego de Mario 3D mejor valorado en su historia, tanto por fans cómo por críticos. Poner Galaxy pero no su segunda parte es de lo más extraño, cabe esperar que llegue en un futuro próximo, como Dlc o juego a parte, pero aún así ya se echa en falta.
En conclusión tenemos tres clásicos ante nosotros, que si no habéis jugado alguno ya valdrán la pena los 60€. Muy bien adaptados, en HD y con una jugabilidad realmente renovada, tanto en portátil como en el televisor. Pierde por las ausencia de muchas mejoras, obligatorias en algunos casos, como la cámara, más que mejorable en los tres. Revivir las aventuras de Mario en el Castillo de Peach, Ciudad Delfino y más allá de las estrellas es algo que todo fan debería disfrutar y mejor en Switch. Puede que hayan envejecido, y unos mejor que otros, pero es hasta una sorpresa decir que valen totalmente la pena.