Hoy es un maravilloso día para probar un videojuego que nos traiga una nueva experiencia. Y sí, da igual cuándo leas esto, ya que desde The Art of Gaming siempre consideramos que sea un buen momento para ello. Además… ¿A quién no le va a gustar un juego con ganchos?
¡Será por juegos con ganchos! Seguro que esto lo estáis pensando alguno. En efecto, hay muchos, pero aquellos que realmente han explotado esta mecánica al máximo, en un entorno completamente distinto y en el que cobre tanto sentido, tal y como se hace en The Hookmarine, os aseguramos que ninguno.
Este juego ha sido creado por Elendow, desarrollador del que os podemos decir que disfrutamos como enanos con sus anteriores títulos como Summoner’s Mess o The Button (en este último os admitimos que pulsamos el botón como locos hasta que logramos todos sus logros).
Os dejamos con el tráiler de The Hookmarine para que podáis ver ese grappling hook en acción:
Madre mía, que opinará Greenpeace de todo esto
En The Hookmarine encarnaremos a una tripulación muy peculiar formada por Coral y Reef. Tras un misterioso suceso, el submarino en el que vamos se verá en problemas mayores: los motores dejarán de funcionar. Todo esto sucederá mientras que tenemos una misión clave, limpiar el fondo marino de los vertidos tóxicos que los seres humanos han ido depositando en este lugar.
¿Cómo limpiaban estos residuos? Pues de una forma bastante peculiar, agarrando los barriles de residuos con el gancho y aprovechando la propia inercia que se producía en el agua, siendo este quizás un método efectivo sí, pero que vierte aún más basura de la que hay por todas las rocas (Greenpeace no aprobaría esto).
Entonces… ¿Cómo narices continúan la exploración? ¡Coral tiene la maravillosa idea de seguir utilizando esa inercia que produce el gancho para mover el vehículo! Es decir, utilizaremos el gancho a la vez tanto para movernos como para mover la carga. Toda una locura en un principio a la que costará acostumbrarnos, pero llegará un momento en el que el movimiento se haga tan familiar que saldrá prácticamente solo.
Diving under it?
Desde el primer momento, es imposible no acordarse de experiencias como Getting Over It. El modo historia no dejará de ser un ascenso en el que tendremos que llevar el último barril de residuos a la superficie. En nuestro camino, nos encontraremos con terrenos muy accidentados, con minas explosivas por medio e incluso fauna autóctona que dificultará el ascenso.
Sin duda, estamos ante una experiencia difícil, hasta tal punto de haber llegado a desear tirar el ordenador por la ventana, aunque no se llegue a dar ya que pensarás los costes que eso supondría. De igual forma, sí que es cierto que debido a la forma de los propios escenarios (algunos de esos muy serpenteantes), por mucho que se nos escape el barril, no tendremos que ir demasiado abajo para buscarlo.
Por otro lado, tenemos el «modo arcade«, en el que tendremos que recoger cinco barriles y llevarlos a la superficie en el menor tiempo posible. Este escenario es mucho menor de tamaño y sin duda alguna, invita a competir a los jugadores en las tablas de clasificación.
El océano esconde muchos secretos
Si hay algo que nos ha encantado, es el notable mimo que Elendow le ha puesto al juego junto a Vivinyaann y Sara Lopez Productions en esa parte artística. En lo visual, podemos ver incluso escenarios que rápidamente hacen que nos salten las alarmas, dándonos a entender la peligrosidad de las zonas y acelerarnos (aún más) el corazón cuando llegamos a ciertos lugares, sabiendo que en cualquier momento el dichoso barril podría caerse cientos de metros abajo.
La música creada por Sara Lopez Productions nos ha parecido todo un acierto, siempre tratando de dar esa idea de profundidad marina, evocada por esos arpegios ascendientes con reverberación, que nos indican con la melodía esa necesidad de seguir luchado por llegar a lo más alto con el barril.
Conclusiones
The Hookmarine nos ha parecido un título entretenido y enriquecedor. Elendow ha encontrado una mecánica sobre la que trabajar y, no sólo ha hecho eso, sino que la ha explotado al máximo para ofrecer una experiencia nueva a todos los jugadores. La dificultad ha hecho que me acordara más de una vez del desarrollador, aunque he de decir que es precisamente uno de los puntos más fuertes del título, haciendo que siempre nos esforcemos un paso más para poder llegar a lo más alto.
Sin duda alguna, The Hookmarine tiene esa idea de inhibirnos de la vida cotidiana, poniéndonos a los mandos de un submarino que terminaremos sintiendo casi como una extensión de nuestro cuerpo (de tantas veces que tendremos que repetir cada sección).