Hoy os traemos el análisis de Tiny Garden, un título indie español que salió a la venta hace muy poquitas semanas y que ya acumula más de cincuenta reseñas positivas en Steam. ¿La propuesta? Crear tu propio jardín donde, al más puro estilo Polly Pocket, tendrás que ir plantando, recolectando y gestionando distintos frutos y cultivos. Pero más allá de un juego que podría venderse perfectamente como cozy nos hemos encontrado con mucho más de lo que podríamos haber esperado en un principio. Sin más preámbulos, este es su análisis.
La manivela giratoria gira gira pero nunca toria
La mecánica principal es simple: plantas semillas, giras la manivela y recoges lo sembrado. Plantas semillas, giras la manivela y recoges lo sembrado. Hasta ahí todo es sencillo. Hay plantas que necesitan un giro para crecer, otras que necesitan dos, tres… Pero en esencia siempre es la misma historia para avanzar en Tiny Garden.
Porque sí, no es un juego donde te quedes estancado en un único momento espacio-temporal, no. Tiny Garden propone una pequeña historia narrada a través de su jugabilidad (elemento que nos ha recordado a otros títulos como Unpacking), donde se construye una narrativa por momentos concretos, con elementos del pasado que nosotros tendremos que imaginar y reimaginar para entender de qué nos hablan.



Y volviendo a nuestros cultivos, el estudio gallego ha optado por darle un pequeño vuelco al sistema de plantación. Las casillas no funcionan como en otros juegos donde se pasa una azada y hala, todo listo. No, en Tiny Garden cada casilla puede ser de un tipo diferente (normal, árida, barro, con compost…). Y cada uno de estos tipos de tierra se desbloquean de forma distinta. Es decir, si necesitamos tierra con césped, tendremos que plantar dos arbustos en diagonal. Si queremos tierra árida solo tendremos que plantar algún cactus.
La barrera entre lo cozy y lo rompecabezas
Si hay algo del título que nos ha echado algo para atrás tras varias horas de juego es que se te puede llegar a olvidar cómo formar distintos tipos de suelo. Si bien es cierto que hay un pequeñísimo glosario para tratar de recordarlo, no siempre es fácil averiguar o entender los dibujos que te indican el «camino» a seguir para llegar a tener ese tipo de suelo. Y te atascas.
Y entonces te olvidas de la estética cozy por completo y puedes llegar a sentirte frustrado. No entiendes qué te falta, o por qué vía deberías continuar ahora. No hemos encontrado ningún sistema de pistas que te guíe al siguiente paso o te ayude a avanzar al siguiente cultivo. No es un punto negativo como tal, simplemente entendemos que este apartado puede llegar a ser frustrante para el jugador, sobre todo para los más impacientes.


De todas formas, y aunque a veces pueda costarnos (sí, yo sufrí intentando sacar la tierra con estanque donde hacer crecer los nenúfares), todo sale. En algunas ocasiones probando hasta la saciedad, pero sale. No hay que desesperar.
El housing
Sin embargo, sí hay un aspecto que, pese a lo llamativo en un inicio, se nos ha quedado a medio gas: el housing y las decoraciones en general.
Era un elemento en el que el propio tráiler hacía bastante inciso, y es cierto que las decoraciones a las que podemos aspirar son preciosas, pero no hemos sentido que fuese algo que mereciese tanto la pena dentro del juego. Esto es: la divisa de compraventa siempre serán las plantas. Plantas que son necesarias para desbloquear otras plantas, otros suelos… Y también para hacernos con los distintos muebles. Llega un punto donde, sí o sí, te centrarás mucho más en desbloquear los cultivos antes que en la propia casa.



Y es una pena, porque sentimos que todo el esfuerzo invertido en el apartado superior de nuestra Polly Pocket no se va a ver del todo recompensado, pudiendo explotarse muchísimo más.
En definitiva, Tiny Garden es una muy buena propuesta del estudio español AO Norte, además de su primer juego. Pese a los detalles anteriormente mencionados que podrían entorpecer la experiencia, tenemos que destacar la belleza del título y que, de igual manera, ha conseguido ser un juego bastante único en su especie.
Desde The Art of Gaming os recomendamos Tiny Garden si sois de esos jugadores a los que les gustan los puzzles un poco más diferentes.