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Análisis Tower Factory – La fusión perfecta de grandes géneros

Cuando hablamos de títulos indie, siempre nos vienen a la cabeza ciertos nombres que, de una forma u otra han innovado en algún aspecto. En el caso de hoy, podríamos hablar de una fusión de géneros que, para seros sinceros, ha hecho que cambiemos nuestra forma de interpretarlos por completo. Estamos hablando de Tower Factory, un nuevo videojuego español de la mano de Gius Caminiti.

Tower Factory combina varios géneros que, en apariencia parecían bastante complicados de mezclar. Estamos hablando de algunos como el Tower Defense, automatización de fábricas y roguelite. ¿Cuál será nuestro objetivo? Acabar con la torre del malvado enemigo que tratará de destrozar todo lo que hemos logrado construir.

Antes de pasar a comentaros nuestra experiencia con Tower Factory, os dejamos con su tráiler:

Construyendo de noche y de día

En este videojuego, siempre tendremos que estar construyendo. Desde un principio, trazaremos un «plan» para poder recolectar materias primas. Todas estas materias, deben ser transportadas hasta nuestra torre, por lo que generaremos complejos esquemas con los que mediante cintas transportadores (incluso subterráneas), trataremos de hacerlas entrar a través de las tres diferentes compuertas con las que cuenta nuestra construcción.

¿Dónde reside entonces la dificultad? Mientras que estamos haciendo esta labor de recolección, estaremos sufriendo constantes ataques del enemigo. Como jugadores, deberemos tratar de frenar el avance de estas tropas colocando distintas torres defensivas por el camino. Desde ya, os avisamos… ¡No es tarea fácil! 

Estructuras para cada enemigo

La cantidad de enemigos con los que nos vamos enfrentando en Tower Factory es creciente de una forma constante. A cada nivel, aparecerán nuevos enemigos y, además, cuando avanzan los días en cada partida, van apareciendo aquellos más resistentes. Habrá de todos tipos, tanto voladores, como resistentes en cuanto armadura o auténticos enemigos que parecen invencibles. 

Para poder enfrentar a los enemigos, tendremos distintas estructuras, algunas claramente especializadas en acabar con ciertos tipos de criaturas con facilidad.

Quizás la mecánica más peculiar es «la niebla de guerra». Cada vez que acabemos con un rival, nos dará unas partículas que podremos utilizar para generar luz. Los objetivos serán dos principalmente con nuestra exploración:

  • Encontrar piedras de luz en una serie de santuarios. Estas serán necesarias para lanzarlas contra la torre enemiga y… ¡Ganar la partida!
  • Encontrar la torre rival para ver desde dónde nos están «arrojando» enemigos.

Perder para ganar

Aquí es donde se pone en evidencia ese factor roguelite del título. Mientras exploramos «la niebla de guerra», podemos toparnos con una serie de cofres que nos regala monedas. Estas monedas pueden ser también adquiridas sobreviviendo a noches en nuestra partida (donde los ataques de los enemigos serán más potentes) y superando pantallas. Estas serán utilizadas para desbloquear torres, así como otras construcciones  y mejorar sus características

En total, Tower Factory en este momento de su early access cuenta con dos «tiers», aunque se planea al menos un tercero próximamente. Hemos de confesaros que conseguir estas mejoras no es nada fácil y, puede llegar a saturar teniendo que repetir varias veces la misma pantalla… ¡Sin ver avance! Sin embargo, esto tiene su punto bueno, ya que la rejugabilidad y el tiempo que emplearemos para conseguir todo, será bastante alto, a la par que entretenido.

Lo bello de Tower Factory

Vamos a hacer un ejercicio de confesión: el tiempo que nos hemos quedado atascados en cada una de las pantallas, ha sido bastante alto. Esto nos ha permitido también apreciar «la belleza» de este videojuego. Su estilo «sencillo a la vista» es de agradecer, ya que en todo momento entendemos esos complejos mecanismos que hemos montado (y viendo de forma rápida dónde la hemos podido liar). Además, su paleta de colores… ¡Nos encanta!

Por otro lado, la música es cuanto menos tranquilizadora (a excepción de por las noches), convirtiéndonos en una tarea mucho más amena la construcción de esas cadenas de montaje que elaboraremos. 

Conclusiones

Tower Factory es un título con un gran potencial, que pese a encontrarse en una fase de acceso anticipado, puede llegar a entretener al jugador durante largas horas (y jornadas de juego, que a veces pasan sin sentirlo). Sin duda, tiene ciertas asperezas que limar como por ejemplo la progresión del jugador. 

Hay algo que hemos de confesar que nos ha impresionado gratamente. Dentro de toda la complejidad de los mecanismos que podemos llegar a montar, lo hace sentir todo… fácil. Perderás con facilidad, eso también, pero encontrar la diversión, es todavía más sencillo.

Tower Factory

9

Jugabilidad

9.5/10

Apartado artístico

9.5/10

Entretenimiento en la progresión

8.0/10
Publicado en Análisis

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