Adrián JiménezA veces pecamos de jugar durante largas horas a títulos muy frenéticos y con mucho caos o números de por medio que nos acaban estresando durante el resto del día (me incluyo). Tranquil Isle es uno de esos juegos que apuesta por una fórmula relajada, donde el jugador se sumerge en la serenidad de una isla para construir diferentes edificios y disfrutar del proceso. La verdadera pregunta es: ¿Cumple con su función de además de ser relajante, entretener?
Antes de adentrarnos en todos los detalles, os dejamos aquí un tráiler para que podáis echarle un vistazo:
Una isla llena de promesas
Desde un inicio, Tranquil Isle nos da la bienvenida con la misión de construir y personalizar nuestra isla. El videojuego establece desde un primer momento tres modos de juego diferentes y adecuados para cada tipo de jugador. Al comenzar, observamos que hay un sistema de puntuación de la isla basado en colocar los edificios de manera que concuerden entre sí, lo cual puede hacer que el proceso de construcción se vuelva más complicado de lo que parece. Cada casa, faro, granja, muelle, etc., debe estar perfectamente alineado con los otros, de lo contrario, no obtendrás el puntaje necesario para seguir avanzando.
Esta mecánica es necesaria, pero es el problema es el limitado espacio que tenemos. Puede resultar algo estresante cuando los edificios empiezan a apilarse y el espacio no da para más. El desafío de encontrar la «combinación perfecta» para maximizar los puntos puede interrumpir la sensación de calma que el juego intenta transmitir. En lugar de relajarte y disfrutar de la creación, te verás ajustando una y otra vez los edificios para cumplir con los requisitos, lo cual fue exactamente mi principal problema.
¿Un desafío relajante?
La dicotomía principal en la cual me he hallado para hacer este análisis es: ¿puede resultar un juego relajante y desafiante a su vez?
Si bien Tranquil Isle tiene un gran potencial para ser un juego relajante, la falta de variabilidad en las opciones y la dificultad en sus desafíos con la colocación de edificios le restan parte de esa magia. La idea de construir tu propio paraíso en una isla suena perfecta (en teoría), pero en la práctica, puede ser más estresante de lo que te puedes esperar.
Por ende, si eres una persona que disfruta de la planificación meticulosa y los pequeños desafíos de organización, Tranquil Isle puede resultarte una opción divertida para jugar durante un largo rato. Sin embargo, si esperas una experiencia completamente fluida y sin tensiones, puede que este juego no cumpla completamente con tus expectativas.
Conclusiones
Tranquil Isle es un título que tiene potencial, pero aún le falta pulir algunos aspectos cruciales para brindar una experiencia completamente relajante. La mecánica de puntuación de la isla y la falta de variedad en cuanto a sus edificaciones pueden hacer que la experiencia no sea tan «cómoda» como se espera. Aunque eso sí, el juego está bien para jugar en sesiones cortas, aunque su falta de profundidad y la repetición de las opciones de construcción limitan el potencial de lo que podría haber sido una experiencia verdaderamente envolvente.
Si buscas un juego para disfrutar en momentos de descanso, Tranquil Isle puede ser una buena opción, pero no esperes una experiencia completamente libre de frustraciones o con una amplia variedad de posibilidades.
Si has llegado hasta aquí, tal vez te interese leer otros análisis nuestros sobre juegos similares. ¿Qué tal una miradita a Small Living World?
Tranquil Isle
Sergio Calzón
Bishamon