Los juegos de deportes, a menudo se ven «perjudicados» por las entregas anuales. Y sí, quizás sea una palabra un tanto arriesgada, pero hay que admitir que generalmente es un género en el que apenas se suele innovar. Sin embargo, el título del que os venimos a hablar hoy, se ha pasado esta idea preconcebida por alto y nos trae una propuesta realmente fresca.
Wild Rumble nos trae el fútbol de una forma que nunca antes habíamos vivido, con simpáticos personajes en forma de animales, cada uno con sus propias características y… ¡Dispuestos a darlo todo en la cancha!
Antes de pasar a nuestro análisis, os dejamos con su tráiler:
Vivimos en una simulación
A ver si salimos de la Matrix… ¡O nos quedamos porque nos gusta! Wild Rumble comienza de una forma bastante curiosa, viéndonos encerrados en una especie de simulación en la que somos obligados a jugar al fútbol sin descanso alguno. Para poder salir, deberemos ir acabando con cada uno de los enemigos hasta llegar a enfrentarnos directamente contra el Soccer King.
Siéndoos completamente honestos, nos ha sorprendido mucho el sistema de cada partido. Marcar un gol no es tan sencillo como chutar a puerta y esperar a que el portero se tire al lado contrario o se le escape de entre las manos… ¡Tendremos que bajarle una barra de vida! ¿Cómo? Pues sencillo, deberemos cargar nuestros tiros realizando pases efectivos previamente. Lo curioso es que no valdrá sólo con esto, sino que tendremos que presionar y aguantar el disparo a puerta y calcular bien para realizar un tiro muy potente.
El objetivo es sencillo: acabar con el portero del rival antes de ver al nuestro caer al suelo roto en pedazos (tranquilos, son simples robots).


Roguelike en estado puro
Como cabría esperar, en todo buen roguelike que se precie existen muchas variantes en cada partida. En el caso de Wild Rumble, debemos comenzar mencionándoos su plantel de jugadores, que contamos con 7 diferentes. Este número puede parecer un tanto reducido al principio, aunque sí que es cierto que todos son bastante distintos entre sí. Cada futbolista cuenta con dos habilidades utilizables únicas, que van desde knockear al rival brevemente, hasta aplicar condiciones como la reducción de velocidad.
Tras cada partido, podremos elegir si deseamos unas monedas (para invertir en mejorar o adquirir mejoras) o tener la opción a un «despertar» entre tres, que otorgan ventajas en el campo. Además, os podemos asegurar que la dificultad no es leve… ¡Cuanto más avanzas más se complica!
Algo que realmente nos hubiera gustado probar es su modo cooperativo, que admite hasta seis jugadores. Lo malo es que el título no cuenta con un matchmaking, por lo que dependemos plenamente del multijugador local o de utilizar la característica de Steam Remote.




Unos efectos brutales
¿A quién no le gustan unos buenos efectos visuales de esos que te dejan flipando en medio de la pantalla? Efectivamente, en The Art of Gaming nos encantan y, poder ver cómo realizas un tiro cargado al máximo, que hace que el portero rival implosione… ¡Es algo que no se puede definir con palabras!
Lo cierto es que todos los sonidos que hacen las distintas habilidades de Wild Rumble ayudan bastante a distinguir qué es lo que está ocurriendo en pantalla. Hay ciertos momentos en los que prácticamente todos los jugadores se encuentran en un mismo píxel luchando por la posesión del balón y, resulta bastante complicado entender la situación.


Conclusiones de Wild Rumble
Wild Rumble es un título muy entretenido, con una alta rejugabilidad. Pese a poder jugarlo de forma solitaria, es cierto que el mayor potencial del juego reside precisamente en su característica cooperativa. Pese a contar con 7 personajes distintos, se echa en falta alguno más o alguna modificación en el campo de juego, puesto que tras varias partidas puede llegar a hacerse algo monótono (pese a sus elementos roguelike).
El juego tiene mucho potencial y sus mecánicas nos parecen todo un acierto, aunque es cierto que algo más de contenido hubiera estado genial.