Hoy os traemos el análisis del indie ANNO: Mutationem, lanzado para la plataforma Nintendo Switch el pasado día 1 de septiembre. La entrega nos sumerge bajo un mundo distópico cyberpunk en el que encarnaremos a Ann Flores, una joven guerrera que, estando afectada por una extraña enfermedad, debe buscar a su hermano Ryan de forma incansable. Acompáñanos para conocer más sobre la entrega distribuida por Limited Run Games.
2070, comienza nuestro viaje


Nos ponemos en la piel de Ann Flores, una mujer fuerte, independiente y solitaria que trata de sobrevivir en los suburbios más lúgubres de la ciudad de Skopp. Pese a que forma parte de una familia de varios miembros, Ann trata de resolver sus problemas sola… hasta que recibe la primera llamada.
Mientras trata de evitar a toda costa que su rara enfermedad se propague por su cuerpo, se entera de que su hermano Ryan ha desaparecido sin dejar apenas un rastro que seguir. Salvo, claro está, los sicarios que vienen a buscarlo al bar familiar que ostenta el padre de los Flores. Es aquí donde entran en juego las habilidades de combate de Ann: tendremos que derrotar a todo tipo de enemigos. Desde los más simples como sicarios y criminales hasta máquinas de obra especializadas que intentarán rebanarnos el cuello con las sierras que tienen como brazos.


Y, por si lo dudabais, no estaremos solos en nuestra aventura. Siempre tendremos al lado a Ayane Misuno, una inteligencia artificial personalizada única y exclusivamente para nosotros. Incluso puede cambiar de estado, pasando de ser solo una voz a personificarse ante Ann. Para quienes habéis jugado Genshin Impact, os recordará mucho a Paimon dada su tendencia a intentar incordiar a Ann, aunque al final le cogerás cariño de forma inevitable.
Pero aquí viene uno de los principales problemas del juego y su narrativa: el principio es brillante, cargado de misterio, humor y acción… pero decae con el paso del tiempo. No logra mantener esa línea y termina resultando en un juego en el que no sabemos muy bien cómo hemos llegado a la pantalla final. Incluso hay multitud de ideas y subtramas… pero ninguna logra convencer, dando pie a la confusión. Y es una pena, porque ANNO: Mutationem es de esas entregas que prometían ya en sus primeros avances y nos hacían la boca agua. Aun así, queda mucho por desgranar de este juego como, por ejemplo, su apartado gráfico.
Un apartado gráfico brillante


No podemos continuar el análisis de ANNO: Mutationem sin hacer mención de lo primero que entra por los ojos: el arte y el apartado gráfico. Nos encontramos ante un juego que destaca gracias a ello, el pixel art que baña cada recoveco de esta entrega está pulido al máximo para ofrecernos una experiencia visual muy agradable. De hecho, las formas ni siquiera están delimitadas por contornos negros, sino que son formas abiertas, que se definen gracias a los colores.
Y ese es otro de los puntos más fuertes de la entrega: el uso de la paleta de colores. No nos imaginaríamos Skopp, la ciudad principal, sin colores apagados en sus edificios y el uso de los neones en determinados puntos, como carteles o pantallas. Un mundo en el que todo está pixelado y a la vez tan definido gracias al color no se ha visto tantas veces. Esto es lo que convierte a ANNO: Mutationem en un juego muy interesante gráficamente.


La jugabilidad, decente pero mejorable
Por su parte, la jugabilidad de ANNO: Mutationem también posee determinados detalles que son necesarios mencionar en este análisis. Si bien es cierto que el juego integra 2D y 3D en multitud de ocasiones y escenarios, hay veces en las que cuesta leer dónde tenemos que hacer uso del 3D en los movimientos de Ann.
Por ejemplo, en la primera hora de juego tendremos que perseguir a un personaje sospechoso a lo largo de un edificio en construcción. Tendremos que atravesar andamios, subir escalerillas… y varias veces perderemos de vista al objetivo en cuestión porque hay que subir por unas escaleras que no hemos visto dado que pensábamos que esto era una persecución en 2D y las escaleras estaban en otro plano.
Tener que desandar lo andado y volver a pasar por determinados sitios termina volviendo la persecución en algo tedioso. Aun así, obviando estos pequeños momentos, no es un mal aspecto dadas las circunstancias. Muchas veces tendremos que explorar un escenario y la integración del 3D en estos momentos puntuales es idónea para descubrir pequeños detalles que dotan de personalidad al juego.


Te gustará si…
Si has jugado otras entregas como Control y te fascinaban las peleas encarnando a Jesse Faden, ANNO: Mutationem será de tu agrado por completo. La distopía pixelada os proporcionará varias horas de juego en el que no descansaréis hasta encontrar a vuestro hermano.
ANNO: Mutationem
Pros
- La combinación entre 2D y 3D es un gran acierto de la entrega la mayor parte del tiempo
- La ambientación distópica es una maravilla
- Los colores ayudan a proporcionar una mejor inmersión en el juego
Contras
- El juego tiene varios fallos de traducción, además de fallos ortográficos en las cajas de texto
- El combate se queda corto para todo lo que podría haberse estirado
- Alcanzar un buen nivel de armas para combatir es demasiado costoso y se vuelve tedioso
- La perspectiva en 2D tiende a ser traicionera