Muchos fueron los soulslikes que se lanzaron a lo largo de estos últimos años, aunque pocos se han atrevido tanto a la hora de innovar en su género como Another Crab’s Treasure. Este videojuego está desarrollado por Aggro Crab (creadores de Going Under) y ha sido lanzado el pasado 25 de abril para PlayStation 4 y 5, Xbox One y Series X|S, Nintendo Switch y PC (vía Steam).
Este título llamaba muy rápidamente la atención desde su anuncio debido a su apartado artístico, ya que se encuentra protagonizado por un simpático cangrejo en entornos de lo más llamativos visualmente hablando. Ya fue todo un éxito en el pasado Steam Next Fest, por lo que las expectativas… ¡Están altas!
Antes de pasar a comentaros cómo ha sido nuestra experiencia en Another Crab’s Treasure, os dejamos con su tráiler de lanzamiento:
Kril, un joven cangrejo desahuciado
Kril es un joven cangrejo que ha decidido vivir una vida autosuficiente, con sus plantitas y todo lo necesario para poder vivir en su casa (una preciosa caracola). De golpe, unas fauces de un tiburón agarrarán con fuerza su casa y lo sacarán de ella de una simple sacudida. El deber de Kril es recuperarla como sea y, para ello tendrá que cumplir con lo que el tiburón desea: dinero.
La travesía para lograr dinero será muy larga, pues en todo el tiempo en el que Kril estuvo en las afueras, no sabía que el océano estaba tan sumamente contaminado por microplásticos. Esto ha hecho que todas las zonas se encuentren bastante afectadas, influyendo incluso en el carácter del resto de fauna del lugar.
A lo largo de su travesía encontrará todavía algún que otro cangrejo cuerdo (incluso una ciudad completa) que le ayudarán en su viaje, con diálogos de lo más graciosos, ya que siempre utilizarán pequeños chistes y memes respecto a la vida marina. ¡Todo esto sin tiempo para «descansar en pez»!


Another Crab’s Treasure es para todos los públicos
Si algo nos ha quedado claro con los soulslikes, es que muchas veces los usuarios entran en discusión sobre si es necesario o no un «modo fácil». Another Crab’s Treasure nos lo plantea de una forma distinta, ya que el modo de juego es único, aunque sí que podremos contar con un gran plantel de ajustes de asistencia, variando entre el daño que nos hacen, el que hacemos, o incluso automatizar acciones que le pueden llevar bastante tiempo al jugador.
Estos ajustes pueden ser cambiados en cualquier momento y para nada afectará a los logros del título (algo que sin duda, una gran cantidad de jugadores podrá agradecer al no frustrarse con determinados jefes).
Al contrario que otros juegos del género, Another Crab’s Treasure cuenta con bastante «plataformeo«. Estas mecánicas ayudan a dinamizar el juego a que no sea únicamente cubrirse, evadir ataques y desear que llegue pronto la próxima «hoguera» o caparazón de caracol luna en este caso.


En la ciudad… ¡Servicios mil!
Una vez lleguemos a la ciudad, Kril podrá mejorar su arma, comprar y vender objetos… ¡Pero falta lo más importante! Asegurar nuestro caparazón. Esta herramienta es muy útil, pues es la forma que tenemos de bloquear nuestros ataques. Cada uno tiene su propia vida y habilidad (utilizable con un sistema de magias que descubriremos al poco de iniciar nuestra aventura), aunque si lo perdemos por desgaste o nos encontramos otro o nos la jugamos a ir sin escudo.
Fuera de la ciudad, también tendremos otros servicios como el árbol de habilidades de Kril y otros NPCs que nos ayudarán a potenciar ciertas habilidades. Para utilizar estas potenciaciones, deberemos recoger cristales. Estos se encuentran tanto al acabar con enemigos que les brillen los ojos de color morado, como ocultos por el mapa.


Un mapeado exquisito
Este título presenta un tratado de los entornos bastante acertado, donde vemos la contaminación por todas partes y Kril deberá hacer frente a ella y a los enemigos afectados por esta. El mapa es «semiabierto», con pequeñas pantallas de carga entre zonas, aunque sí que encontraremos amplias llanuras donde explorar es una parte esencial. En cada esquina hay objetos y caparazones ocultos que, de otra manera, no podríamos encontrar.
Hay toda clase de referencias (directas e indirectas a otros títulos), códigos QR ocultos (que son únicamente para trollear) e incluso pequeños homenajes a mascotas de los desarrolladores.
No sobra avisar decir que no todo es reluciente y perfecto, sí que se echa de menos un mapa que podamos abrir por completo y marcar cosas pendientes, ya que hay varios jefes y zonas que podemos encontrar que… ¡Luego cuesta horrores acordarse de dónde estaban! Hay ciertos juegos que lo permiten y creemos que este debería hacerlo.


Another Crab’s Treasure tiene un sistema de combate casi perfecto
Hacía mucho tiempo que no encontrábamos un soulslike con un combate tan satisfactorio. Las hitbox del juego se sienten a las mil maravillas, así como las distintas habilidades, posibilidad de jugar a «magias» o el clásico cuerpo a cuerpo. No hay gran variedad de armas, pues sólo contamos con el pequeño «tenedor» que lleva Kril, aunque podemos desbloquear una habilidad que nos permitirá usarlo como un martillo enganchándolo a un caparazón.
Las esquivas de ataques son bastante intuitivas (pudiendo incluso realizar jefes en pocos intentos gracias a esto), muchas veces ayudadas por sonidos que realizan los enemigos justo antes de atacar.
Sí que hay una diferencia bastante remarcable y es que el parry o bloqueo perfecto no se realiza con apretar el botón de cubrirse al momento, sino que tendremos que cubrirnos y justo descubrirnos en el momento que fuésemos a recibir el golpe. Todo el combate se siente perfecto, echamos en falta quizás una variedad extra o dos de armas.


Apartado artístico de Another Crab’s Treasure
Como os hemos adelantado en los apartados anteriores, Another Crab’s Treasure desprende personalidad lo mires por donde lo mires. Es cierto que en las zonas más amplias echamos de menos algo más de relieve en el fondo marino (en forma de rocas, arrecifes o incluso más contaminación), ya que se ven escasas de vida. Sin embargo, por lo general los escenarios no son lo suficientemente grandes como para apreciar esa falta de decorados en esas zonas.
La música es excelente. Encontramos tanto el clásico uso del conocido como handpan o steel pan (utilizado en la banda sonora de La Sirenita y que… Kril… ¡Parece ser nuestro Sebastián!). La de las peleas de jefes nos ayuda a ponernos en sintonía (o incluso a sacarnos porque lo que pretenda sea precisamente eso).


Conclusiones
Another Crab’s Treasure es un título que los amantes de los soulslikes disfrutarán, pero también puede ser una gran oportunidad para aquellos que no han explorado todavía el género, ya que tiene muchas facilidades para iniciarse. Tanto en jugabilidad como en su apartado artístico es más que sobresaliente, siendo un juego que sin duda hasta los más exigentes se lo pasarán estupendamente.
Su duración no es demasiado larga, en The Art of Gaming hemos podido terminarlo en más o menos unas 13-15 horas, algo que también es gracias a que sus escenarios no son demasiado enrevesados ni hay demasiada incógnita sobre por dónde ir.
Another Crab's Treasure: Un soulslike entretenido y desafiante tanto para los más veteranos como los iniciados en su género. Ideal para todos los públicos. – Conjito