El Hipopótamo Dorado es uno de los jefes que más ganas tenemos de quitarnos de delante, ya que es el que nos abre el paso para llegar a otro de los jefes principales: Messmer el Empalador. Pese a parecer un jefe secundario (puesto que encontraremos varios hipopótamos más en nuestro recorrido), es un enemigo que nos puede plantear bastantes dificultades.
Afortunadamente, en The Art of Gaming os traemos una serie de consejos para que este enfrentamiento «no se os atragante demasiado». Llegaremos a este jefe en cuanto atravesemos la primera puerta de la Fortaleza Sombría, donde estará felizmente esperándonos para darnos una buena tumba.
Cómo enfrentarnos al Hipopótamo Dorado
El enfrentamiento contra el Hipopótamo Dorado cuenta con la posibilidad de invocar al Cornamentado y a Freyja Melena Roja, aunque recomendamos no hacerlo ya que complica bastante la pelea al escalar su vida. Sin embargo, sí que consideramos efectivo utilizar la «Lágrima Mimética«.
Este jefe tiene un punto bastante débil y es que tiene poca postura. Es por esto por lo que si efectuamos ataques de forma bastante constante (arriesgándonos a ello), es fácil que quede tumbado en el suelo, listo para recibir un golpe crítico en uno de sus ojos. Esto nos facilitaría su llegada a la segunda fase, donde si saca las espinas se vuelve bastante más peligroso.
Si queremos bajarle la vida con facilidad, será muy sencillo si tenemos Sangrado, Rayo o Fuego en las armas ya que es bastante débil a estos elementos.
Tenemos que tener cuidado sobre todo cuando abre la boca preparado para lanzarse a nosotros. En este momento empezaremos a correr y rodaremos en el suelo hacia el lado en el que corremos para evitar ser alcanzados, ya que es uno de sus ataques que más daño nos hace. Evitaremos también los ataques con delay (que son varios) pero que tras un par de intentos deberías dominar.
Algo a tener en cuenta en su segunda fase (al bajar del 50% de su vida máxima), como ya os anticipábamos son sus espinas. En el momento en el que las lance, debemos evitar más que los golpes la propia lluvia de espinas que le siguen. Es preferible en este momento evadir el daño antes que hacerlo, ya que si no lo hacemos, volveremos al punto de gracia más cercano.
Recompensas de este enfrentamiento:
- 200.000 Runas.
- Fragmento del Árbol Umbrío x2.
- Características del crisol: Espinas x1.
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