Estamos ante un Crusader Kings 3 no tan complejo de entender, de hecho el tutorial ya nos enseña bastante bien, pero igual os hemos preparado una guía. Pero para ir más allá y salir exitosos de la mayoría de situaciones os dejamos a continuación unos consejos varios para vuestra primera partida. Y ya os adelantamos que son muchos, dependiendo del tipo de jugador que seáis os pueden beneficiar más o menos, pero en su mayoría son generales. También os recordamos que tenemos una guía completa sobre los reinos e imperios.
En Crusader Kings 3 controlamos a una persona
Parece algo obvio, pero lo recordamos rápidamente. Actuamos como un Conde, un Duque, un Rey o un Emperador. Cada uno cuenta con una corte y un consejo, y mayor será la corte por la cantidad de títulos que tengamos. Y en este aspecto estamos completamente solos, controlamos los actos de una solo personaje jugable, con sus rasgos y características distintivas.
Sin embargo, hay algo que no nos dice el tutorial, y es que podemos cambiar de personaje. Y no hay que sentirse mal por ello, en este juego no ganas o pierdes, simplemente vives la vida de un monarca y la casa a la que representa. Si te cansas de conquistar a lo loco con el Sacro Imperio Romano podemos cambiar a algún reino castellano, o quizá nos vamos a algún condado africano. Así que si aún estáis aprendiendo os aconsejamos que vayáis cambiando, así de paso vais aprendiendo las distintas formas de gobernar.
El dinero lo es todo
Siendo sinceros no hacemos absolutamente nada sin dinero, todas las mejoras de ciudades, del ejército, los regalos y hasta las cruzadas de basan en nuestro oro. Cuanto más tengamos más llevadero será el camino, sobre todo para futuras generaciones. Nuestro mayor consejo aquí es que os enfoqueis durante muchos años en la administración, invertiremos toda nuestra riqueza en el desarrollo de las ciudades, así ganaremos más y más oro, sin parar. Preferiblemente mejorad antes los castillos y los campos de los condados que tengáis vosotros en posesión, y ya después los de nuestros vasallos si es que nos sobra el dinero.


De paso y si tenemos tiempo iremos conquistando a nuestros vecinos más débiles, para así hacernos con más territorio y ganar más dinero. Probablemente al empezar no contéis con una corte muy grande (al menos al empezar con un Conde o un Duque), así que no malgastes en regalos y usad las conjuras.
Cuidado con la Sucesión
Podremos ser ricos, pero es muy posible que todo aquello que hayamos construido se pierda por culpa de la sucesión al trono y los repartos. Recomiendo echarle un vistazo al apartado de «Sucesion» en el menú del señorío de forma asidua. Hay que asegurarnos de que el heredero jugable posea el condado de la capital, o al menos los mejores condados, así que de paso vamos a intentar tener muchos dominios.


Y como viene a ser habitual en estos juegos tener demasiados hijos puede llegar a ser contraproducente, o eso es si hablamos de varones. Las hijas, es decir las princesas nos vendrán siempre bien cómo tutoras o para hacer alianzas con nuestros vecinos. Y para eso último sirven los casamientos en general, pero cuantos menos varones mejor, o si no dividiremos más los territorios. Aunque siempre podemos cambiar las leyes de la corona, aquí también recomiendo invertir mucho.