Jack Holmes: Master of Puppets es uno de esos títulos indie en los que del miedo que hemos desarrollado y los muchos sustos que se reciben de forma bastante asidua, es necesario hacer una «pipi-pausa». Y sí, un survival-horror en primera persona ha logrado esta sensación cuando ya todo parecía explorado.
Ha sido creado por un único desarrollador, Antonio Esparcia Ibarra, conocido como @TonyDevGame. Esto de decir que un juego se encuentra hecho por una única persona muchas veces suena a «excusa» para justificar ciertas carencias o errores, pero en esta ocasión, os podemos asegurar que es más bien para alabar un trabajo muy bien hecho.
Si bien es cierto, este videojuego cuenta con dos claras partes, una primera en la que parece asemejarse a alguno de los más clásicos y otra segunda más experimental, llena de guiños que, sin duda alguna, el jugador no podrá dejar pasar sin esbozar una sonrisa o decir «¡Eh, mira, esa referencia la he pillado!». Esto es algo que nos ha gustado bastante y que os detallaremos a lo largo de este análisis.
Antes de comenzar, como suele ser habitual, os dejamos con su tráiler:
Jack Holmes. Watson, ojalá trabajaras con nosotros también.
Jack Holmes tras una aparente vida desenfrenada se verá obligado a desarrollar la profesión familiar, ser detective (sí, por lo que sea sabíamos que «lo llevaría en la sangre»). Su primer caso se presenta sencillo, un caso de ruidos extraños en una casa y extraños comportamientos.
Al llegar al lugar, nuestro protagonista se va dando cuenta de los peligros del hombre sobre el que se quejan los vecinos. Extrañas desapariciones de niños, experimentos un tanto crueles con humanos y otras tantas cosas sin explicación aparente (al menos en los primeros minutos de juego). Todo esto es debido a una pérdida familiar bastante mal llevada y… ¡Hasta aquí os contamos! No queremos arruinar la trama, que poco a poco se va retorciendo más y más hasta lugares completamente insospechados. Cuando creáis que algo es cruel, siempre os quedará ver qué viene después.
Por lo general la historia se cuenta tanto por el propio entorno, como por pequeñas notas que nuestro iniciado detective irá interpretando. Alguna de estas tendrá gran importancia para puzles, por lo que siempre es aconsejable tomarse las cosas con calmas y explorarlo todo a fondo.


Un cóctel de lo clásico y más allá
Cuando pensamos en títulos clásicos, no podemos evitar que nos venga a la mente juegos como Silent Hill, en los que el verdadero terror es no saber qué te puedes encontrar cinco pasos más allá, porque una niebla te lo impide ver. Este ejemplo es solo uno de los muchos videojuegos survival horror en los que ocurría, pues gracias a este miedo generado al jugador, también servía para ocultar las limitaciones de los dispositivos del momento. Esto a día de hoy se mantiene con muchísimos nuevos lanzamientos y Jack Holmes: Master of Puppets utiliza bastante este recurso en la primera mitad del juego. Llega a tal punto que la oscuridad impide ver lo que tenemos delante hasta que chocamos nuestra nariz contra la pared.
En lo personal, no os voy a negar que me molestaba un poco al principio (la linterna no abarca ni dos palmos), aunque creo que en el fondo lo que me pasaba es que ya estaba dando cada paso con miedo. Es por esto por lo que precisamente creo que transmite a la perfección aquello que pretende.


Por otro lado, encontramos una segunda parte en la que se profundiza sobre ciertos clichés dentro del género. Uno de ellos es los parques de atracciones. Ay… ¿Qué puede dar más miedo que un muñeco animado que ha salido fuera de control? ¿O que un parque de atracciones?
Es precisamente el parque de atracciones lo que hace a Jack Holmes: Master of Puppets único. Otros títulos han usado las marionetas como base del miedo (como por ejemplo My Friendly Neighborhood en 2023), aunque realmente no podíamos por lo general acceder a distintas atracciones, únicamente la posibilidad era verlas desde fuera (y sí, muy bonitas, pero queremos montarnos).
En este título, se ha apostado por poder probar muchas de estas atracciones, cada una con sus propias mecánicas como conducir un coche a modo de minijuego, eliminar la luz para ver enemigos que evitar, mirar a un conejo asesino al más puro estilo «escondite inglés» y un largo etcétera de actividades.


Una ambientación «para cagarse de miedo»
En ocasiones, los juegos de terror abusan bastante de los sustos fáciles al girar cada esquina y, en otras, son capaces de ir labrando una idea en tu subconsciente de crueldad, combinados con un gore justo, que te hacen pensar: «Dios mío, estoy tras la pista de un auténtico monstruo». Todo esto se ve potenciado por la escasez de recursos como son las balas y los botiquines, que en caso de llevar una mala gestión de estos, las pasaremos canutas para poder sobrevivir.


Los enemigos son de varios tipos, aunque los que predominan son precisamente las marionetas (quién nos lo iba a decir con su título…). Algunas serán explosivas, otras nos dispararán o simplemente nos perseguirán hasta lograr darnos caza. Nos vemos en la obligación de advertir a todos aquellos que tengáis aracnofobia puesto que sí, la historia también trata bastante sobre las arañas.


Apartado artístico de Jack Holmes: Master of Puppets
Gráficamente es increíble cómo este título ha podido ser desarrollado por una única persona. Es cierto que en algún punto de la segunda parte (especialmente en las montañas rusas) se pueden notar un poco las costuras, pero es algo que igualmente no nos saca de la experiencia ni un pelo. La calidad de los entornos es muy alta, muy potenciada también por la coherencia en el argumento y la cohesión de los diferentes escenarios. Podemos perdernos alguna vez explorando, pero sí que no subiremos un ascensor y nos encontraremos un castillo rodeado de lava (sí, Dark Souls II, te estamos mirando fijamente).
En lo musical, el subtítulo Master of Puppets ya nos daba alguna pista de lo duro que iba a ser nuestro camino. Sí, hay metal en alguna pelea contra jefes, ya os lo confirmamos. De igual forma, los efectos de sonido que nos sitúan en cuevas, atracciones con agua, montañas rusas… ¡Son exquisitos!


Conclusiones
Jack Holmes: Master of Puppets es un título que perfectamente se puede completar en un día (unas 6,5 horas nos ha llevado) y que, creemos que será del agrado de todos los fans del género survival horror. Es muy disfrutable y entretenido por todos aquellos que incluso no estén muy afianzados con los videojuegos de terror (como era mi caso personal), ya que gracias a las referencias a juegos como World of Warcraft (no Tony, aquí en The Art of Gaming somos más de la horda), Cyberpunk (que en vez de Night City es Glitch City), Portal e incluso Alone in the Dark.
Desde aquí, nuestra más sincera enhorabuena por este título. Esperemos que las próximas noches no soñemos con las marionetas persiguiéndonos por los pasillos a oscuras.


Jack Holmes: Master of Puppets: La aventura de Jack Holmes es de todo menos monótona. Escapa, sobrevive, descubre la verdad… ¡Y cómo no, pásatelo bien en el parque de atracciones, aunque seguro que tienes compañía inesperada! – Conjito