Jusant es un título indie desarrollado por DON’T NOD y que vio la luz el pasado 31 de octubre de 2023 en PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC a través de Steam. Se trata de un juego de acción lleno de enigmas, en el que nos embarcamos en un viaje hacia lo alto de una alta torre en la que anteriormente vivía una civilización.
¿Estáis listos para comenzar a escalar? A continuación, narraremos todos los peligros que conlleva en este análisis, pero antes, os dejamos su tráiler:
Descubriendo las huellas de una civilización pasada
Jusant es uno de esos títulos en los que, con pocas palabras, logra transmitir muchos sentimientos y sensaciones al jugador. Lo primero que veremos será una alta torre que ha sido abandonada a su suerte. Ya no quedarán más que cartas, pequeños diarios y algún que otro animalillo en ella, pero ni rastro de personas.
Poco a poco iremos conociendo más el mundo en el que nos encontramos y el desastre por el que tuvo que pasar. Jusant significa en francés «la marea que retrocede» y parece que (como es evidente) tendrá que ver en este título.
Nuestro objetivo es bastante sencillo, escalar y ver qué ha ocurrido con la parte más alta de la torre y descubrir el porqué del mal. ¿No quedará hielo en la parte más alta? ¿Habrá algún problema con el ciclo del agua?
En este viaje no estaremos solos, sino que contaremos con la ayuda de un balasto. Este pequeño y llamativo ser nos facilitará distintas labores, como identificar por dónde avanzamos o si podemos interaccionar con algún elemento extra de nuestro entorno.
Todo esto tendremos que descubrirlo en nuestro corto viaje, ya que el título dura aproximadamente unas cinco horas, aunque si somos jugadores que quieren tener todos los logros (que Jusant nos anima bastante a ello), podríamos hablar de unas ocho o nueve. ¡Un título corto pero muy intenso!
¡Debes alternar tus extremidades para escalar correctamente!
Si hay algo que nos ha dejado más que asombrados de Jusant, es su mecánica de escalada. Es increíble cómo una mecánica puede hacer que el jugador disfrute con cada uno de los movimientos del protagonista, sintiéndose además partícipe de los mismos.
Nuestro personaje deberá alternar entre sus brazos para agarrarse correctamente. Esto se siente especialmente bien si utilizamos un mando (frente al teclado-ratón), ya que cada uno de los gatillos responderá a un brazo y, de forma completamente inconsciente, sentiremos incluso vibraciones en cada uno de nuestros movimientos. Ya os adelantamos que vibraciones la mayoría del tiempo no las hay, pero sin duda estaremos ante un episodio de «síndrome de la vibración fantasma«, que claramente sufrimos por lo mucho que Jusant logra meternos en el papel.
Para escalar, está claro que necesitamos algo de protección y seguridad. Es por ello por lo que siempre necesitaremos contar con algún punto de apoyo para poder «quedarnos colgando» en caso de cualquier aparatosa caída. Esta cuerda da mucho juego, ya que el jugador podrá utilizarla para impulsarse (a modo de liana o simplemente apoyándonos en la pared con nuestro propio peso), o incluso para poder hacer rápel y descender a zonas donde no podríamos hacerlo de otra forma.
¡Más mecánicas relacionadas con la escalada!
Por si todas las mecánicas de escalada os parecieran fáciles (que lo terminan siendo, pero al principio pueden llegar a abrumar), hemos de destacaros que también habrá que echar un vistazo a la longitud de la cuerda. Esta no podrá superar cierto metraje, por lo que tendremos que buscar puntos en los que poder desanclarnos para continuar.
A todo, hay que sumar la barra de estamina, que será otro de los condicionantes a la hora de escalar. En caso de agotarse (y antes de precipitarnos al vacío), se puede descansar en cualquier punto de agarre para recuperar un pequeño porcentaje de esta.
No todo el movimiento iba a ser perfecto, ya que en algún momento nos hemos encontrado problemas en forma de pequeños atascos o enganchados en zonas donde no deberíamos quedarnos. Nada que no se solucione dando un par de vueltas ni que nos estropee la experiencia.
Cómo es el arte de Jusant
Jusant tiene un arte que se siente muy pulido, donde encontramos una clara distinción objeto-fondo, que facilita al jugador el camino que ha de seguir. Esto será en varias formas distintas, ya sea a partir de la luz e iluminación del entorno, o gracias a la propia direccionalidad de la acción de escalar. Toda la ambientación sigue una clara línea, en el que cada capítulo tiene su propio paisaje, aunque todo ello sin romper con lo visto anteriormente, ya que al final todo parece volverse «acumulativo» (elementos del inicio que aparecerán hasta el final de nuestro viaje).
Respecto a la banda sonora, solo podemos decir maravillas. Hay una gran variedad de pistas que nos acompañan en el trayecto hacia la cima. De vez en cuando logrará «tocar fibra», utilizando tonalidades menores e incitando esas sensaciones que aluden a la melancolía y soledad (claramente intencional al hablar de una civilización que ya no está). Es bastante destacable el propio sonido, que podemos disfrutar mientras recogemos conchas, a través de la cual oímos el recuerdo del lugar, donde corría el agua, los niños gritaban jugando y vivía la gente en la torre.
Conclusiones
Mientras jugábamos a Jusant, era inevitable acordarnos de otros grandes títulos como Death Stranding o A Short Hike, donde ese interés por subir una montaña era «lo principal», aunque al final lo que más recordábamos era «lo secundario». Por decirlo de alguna forma: lo importante no es la meta, sino el camino que recorremos y todas las experiencias que vivimos en el trayecto. Este sentimiento tenemos al acabar el título.
Si lo que buscas es una mecánica muy divertida, acompañada de una historia intrigante y llena de misterios, Jusant es tu juego.
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