Primeras impresiones de Farlands – Sí, es el comehoras que estabas esperando para el verano

Al fin ha llegado el momento. Al fin podemos decir que tenemos Farlands en nuestras manos. Eric, de Leyendas y Videojuegos, y JanduSoft, una de las publishers más importantes del país, unen fuerzas en uno de los lanzamientos más esperados del momento en el panorama independiente de videojuegos. El título ya dejó verse en convenciones como la IndieDevDay de 2023, celebrada en la Farga de Barcelona durante el mes de septiembre de ese mismo año, y tuvimos el enorme placer de probarlo junto a otros grandes títulos. Ahora, podemos decir que sí, le hemos echado varias horas, y estas son nuestras primeras impresiones de un título que, pese a nacer en fase de early access, ya entra pisando fuerte a Steam. Subid a la nave y abrochaos los cinturones, ¡ponemos rumbo a otro planeta!

Comprarse un planeta, idóneo para quienes no quieren zulos en la capital

Efectivamente, esa es la premisa de Farlands. Bueno, a ver, obviando lo de los zulos, claro. Huyendo de un mundo en el que todo es oscuro, triste y con una apariencia completamente desoladora, nos encontraremos con un anuncio en el suelo. En él, un simpático vendedor nos ofrece la oportunidad de hacernos con nuestro propio planeta por la simbólica cantidad de un solo crédito. Así de primeras pinta guay, ¿no?

Como todo en esta vida, si algo es extremadamente barato es digno de sospechas, y no nos equivocaremos: el planeta que de ahora en adelante nos pertenecerá… está hecho una completa ruina. El vendedor ni siquiera tratará de esconderlo del todo, se ve a simple vista: troncos por el suelo, montones de hierbajos, rocas esparcidas por ahí, y un larguísimo etcétera de pequeñas piezas que tendremos que ir recogiendo y encajando poco a poco para crear nuestra vida en el planeta, tal y como nosotros queramos, al gusto.

Apenas aterricemos con nuestra destartalada nave y exploremos un poco los alrededores de nuestro nuevo ¿hogar?, seremos conscientes de que, efectivamente, este planeta tiene mucho más potencial del que pudimos creer en un inicio. Sí, tal vez necesite unos arreglillos, pero es idóneo para comenzar una nueva vida. Farlands, con esta premisa inicial, se propone ser el nuevo comehoras de vuestra biblioteca de videojuegos, y estamos seguros de que lo conseguirá con creces.

Pero… ¿y ya está? ¿Otro juego de granjas en pixel art sin ningún tipo de pretensiones más allá de comerciar o cultivar? En absoluto.

A lo largo de nuestra primera visita por Terbin, uno de los planetas vecinos, nos enteraremos de que todo nuestro sistema corre un grave peligro, y es que hay una empresa enfrascada en explotar nuestros recursos hasta no dejar ni gota de los mismos. Nadie parecía dispuesto a ayudar a evitar este destino catastrófico… hasta que llegamos nosotros. No queremos entrar en spoilers, pero para salvar nuestro sistema tendremos que hacer un ejercicio de perseverancia y comenzar a recolectar distintos materiales, además de muestras de flora y fauna a lo largo de todos los planetas que visitemos.

Sencillo, ¿verdad?

No te vas a dar cuenta de que es un early access

Si hay algo a lo que los jugadores estamos más que acostumbrados es a disfrutar de videojuegos que se encuentren en fases de desarrollo que, pese a ser avanzadas, puedan cojear en determinados aspectos o ser carentes de contenido a grandes rasgos. Pero esto con Farlands no sucede.

Pese a que lo primero que veamos sea una hoja de ruta propuesta por el desarrollador, de la que hablaremos más adelante, no habrá apenas momentos en los que echemos en falta el contenido que está por llegar durante estos meses. No, al menos durante más de diez horas. Creednos cuando os decimos que este título se propone engancharte de principio a fin (si es que lo hay). Farlands sabe cómo engancharte, y precisamente ese es uno de los aspectos más positivos del título.

Como siempre, el paso del tiempo y el incansable trabajo del equipo desarrollador detrás de Farlands, jugarán a favor del título. Y, como no podía ser de otra manera, estamos más que convencidos de que se convertirá en un indispensable en nuestras bibliotecas virtuales.

La hoja de ruta, la mayor propuesta

Si bien es cierto que Farlands ha venido para quedarse y que os mantendrá enganchados durante horas y horas, también es cierto que esperamos con ansias las próximas actualizaciones que están marcadas en la hoja de ruta del equipo de desarrollo.

¿Ese NPC que te llama la atención todavía no tiene una funcionalidad a la que puedas darle uso? No te preocupes, la tendrá. ¿Esas opciones del menú que aún aparecen con un cartelito de coming soon y a las que todavía no se puede acceder? Tranquilos, también se estrenarán y nos ayudarán a completar la historia poco a poco.

Personalización, expansiones del mapa, relaciones con otros personajes, mobs… Todo esto a lo largo de más de diez actualizaciones que llegarán al cabo de los meses, en las que Farlands experimentará decenas de cambios (sí, entre ellos también se encuentra el tan esperado endgame) y, muy probablemente, nos veamos tentados a empezar una partida nueva una y otra vez para probar esos cambios desde un principio. Porque sí, el juego variará, pero las experiencias también lo harán en función de aquella versión en la que nos situemos.

Farlands, la apuesta segura

No hay duda: el título español está a un paso de convertirse en uno de los juegos indies más competitivos del panorama actual. El early access ya es toda una joya, y no cabe duda: las actualizaciones paulatinas lo alzarán hacia el estrellato. No podemos esperar a seguir jugándolo una y otra vez.

Hasta aquí nuestras primeras impresiones de Farlands. Gracias al equipo de desarrollo y a JanduSoft por hacer posible este artículo.