No os vamos a mentir: la idea de jugar un hijo entre Animal Crossing, Call of Duty y Stardew Valley nos molaba un montón. ¿A quién no le va a gustar liarse a tiros en mitad de un campo, mientras todos tus vecinos (que son gente real) te observan? Sería como vivir en cierto país del norte de América, pero con gráficos más chill.
En efecto, os estamos hablando de Longvinter, el título desarrollado por Uuvana Studios que, ahora mismo, acaba de salir del Early Access en el que se encontraba y en el que permaneció durante varios meses. Pero, aunque la premisa sea atractiva, hemos de recordaros que no es oro todo lo que reluce.
Cuando a lo kawaii le pones pistolas
La premisa podía sonar idónea: un juego de una estética más que reconocible, pero con un giro de lo más interesante, el poder usar armas en cualquier momento de la aventura. Por desgracia, es aquí donde hemos encontrado el primer problema: no hemos encontrado ni un ápice, o algo similar, a lo que llamar aventura.
Longvinter es un MMO que desanima bastante en cuanto entras a la primera isla del juego. El hecho de ver decenas de casas de otros jugadores cuando tú no te puedes permitir ni una humilde caña de pescar es, cuanto menos, frustrante. Entendemos que, siendo el género de juego que es, raro sería no encontrarse alguna de estas casas. Pero lo peor viene cuando intentas comprar algo, bien a los vecinos o en las máquinas expendedoras más genéricas: el desorbitado coste de cada uno de los ítems.


Esto nos lleva a otro punto que analizar: la cantidad de horas que habría que invertir en Longvinter, ya no para tener una casa decente que, obviamente, entendemos llevaría muchas más horas, no, sino para conseguir una simple hacha, o una simple tienda de campaña. Es un juego muy poco amistoso con quienes acaban de introducirse en este mundo, y es lo que más para atrás nos ha terminado echando.
No todo es malo, tranquilos
Si hay algo que nos ha parecido tremendamente llamativo y que ha ayudado, por supuesto, al marketing y a la difusión del videojuego es su estética. El estilo de Animal Crossing, más concretamente del New Horizons, disponible en Nintendo Switch, ha surtido el efecto que, creemos, la desarrolladora esperaba tener: pasar de un juego cozy de granjas y gestión de recursos a uno en el que puedes ponerte a disparar sin contemplaciones.


Es evidente que, cuando el estilo más chill se entrelaza con la violencia, genera en el jugador una impresión muy llamativa. Como cuando en las películas vemos una escena de acción con música clásica de fondo. Es el mismo impacto, la misma sensación. Con Longvinter pasa igual y creemos que es la parte más favorecedora para darse a conocer (eso sí, esperemos que sin denuncias de la gran N de por medio).
En definitiva, no os podemos contar demasiado más sobre Longvinter dado que consideramos que es un juego que todavía está en pañales y en fases de desarrollo que, pese a no ser del todo tempranas, aún necesita muchos meses, incluso años, para ser pulido completamente. Las actualizaciones de contenido para este juego se suceden con los días, por lo que os recomendamos estar atentos si os llama la atención este título.

