Ya han pasado varias semanas desde su lanzamiento inicial, varios días desde su primer parche… Es el momento de contaros nuestras primeras impresiones de Sons of the Forest en su primera versión. Os aseguramos que, por lo pronto, es una entrega a la que le echaréis muchas horas. ¡Vamos a verlo todo!
El realismo del bosque
Uno de los aspectos más llamativos de la entrega es, sin duda, el primero que entra por los ojos: el entorno de Sons of the Forest. Si hay algo que destaca por encima de todo en esta secuela de The Forest es el realismo con el que se ha plasmado todo el ambiente en el que se desarrolla el juego: desde animales hasta plantas pasando por los árboles y las cascadas. Todo ha conjugado una muy buena caracterización del espacio y éste se ha vuelto capaz de transmitir emociones, desde las más simples hasta las más turbias, más aún conociendo la narrativa que empapa el videojuego.
La soledad que se siente a lo largo de las primeras horas de juego, aunque tengamos a Kelvin a nuestro lado, la impotencia tras descubrir el final de varios de nuestros compañeros de vuelo, la carencia de medios para hacernos algo más fuertes… Las primeras horas de juego son, desde luego, un verdadero viaje. Y es lo que más atrapa de Sons of The Forest. Es el instinto de supervivencia y el deseo de entender la pesadilla que estamos viviendo lo que nos hace movernos a través del denso bosque que nos rodea.
La experiencia y la supervivencia, de la mano con el jugador
A lo largo de la partida, tal y como sucede con su predecesor, encontraremos cuevas que bajarán hasta las profundidades más oscuras de la isla. Dentro de estas cuevas hallaremos bienes y útiles que nos vendrán de perlas para nuestra aventura… pero también encontraremos seres dispuestos a arrebatárnoslo todo de nuestras manos. Caeremos en sus garras multitud de veces, por descontado. Pero Sons of the Forest consigue a la perfección que queramos volver a intentarlo. Que volvamos a bajar a donde caímos y que perfeccionemos cada técnica para salir victoriosos de cada pelea.
Tendremos que confiar en nuestros ojos, nuestros ojos y en nuestras manos para sobrevivir. Porque aquí no hay niveles de experiencia que nos sumen determinadas cantidades numéricas a unas estadísticas. Aquí la experiencia la gana el jugador, no el personaje. Y se puede afirmar que Sons of The Forest es uno de los survival más exigentes del panorama actual.
La madurez de la historia
Si bien es cierto que, sin entrar en spoilers, el primer juego no resalta tanto por su historia salvo por lo evidente (sobrevivir para salvar a nuestro hijo Timmy), cabe destacar que la trama que Sons of The Forest nos presenta es, esencialmente, más madura y más oscura. Quizá esto último parecía complicado, pero es un hecho: Sons of The Forest narra unos sucesos que, pese a ser muy tristes, esconden sentimientos increíblemente oscuros, llegando a dar giros dramáticos o plot twists inesperados.
Si la trama de The Forest ya era retorcida y siniestra en todos sus sentidos, su secuela lo es todavía más. Y esta escala favorece de manera positiva al juego, ya que es capaz de sumergirnos durante largos períodos de tiempo tratando de averiguar ante qué nos enfrentamos. A Sons of The Forest no entraremos a jugar partidas rápidas, sino que entraremos a vivir una experiencia.
No todo podía ser perfecto
Tal y como sucede en numerosas ocasiones cuando se libera un juego en sus primeras versiones, se pueden detectar diversos fallos y pequeños errores que, pese a que no nos impiden disfrutar del juego, su historia y demás, pueden llegar a entorpecer la experiencia. Este es el caso de algunos sonidos, como el del agua fluyendo por cascadas: no están bien adaptados y se escuchan lejanos y con mala calidad. Como veis, no es un fallo que nos impide avanzar en el juego, pero sí que es capaz de sacarnos momentáneamente de la historia.
Otro pequeño fallo que hemos detectado ha sido el del inventario: no existe ningún menú de acceso rápido en la primera versión del juego. Esto supone que, si en algún momento damos con una horda de enemigos, no nos quedará más remedio que abrir el inventario y escoger el arma adecuada para hacer frente a los enemigos. El problema es lo que conlleva tener que abrir el inventario y buscar el arma: si no sabemos dónde está exactamente, sufriremos daños y podremos llegar a morir.
Afortunadamente este error quedó más o menos arreglado en el primer parche del juego, con un menú rápido de fácil acceso. Por el momento, el equipo trabaja muy rápido y mantiene su atención en el feedback de la comunidad. Este es el caso de los arreglos en la IA de Kelvin, quien en un principio era capaz de talar los hogares de los jugadores al entender que estaban hechas de los troncos que los mismos le pedían recolectar.
Un gran pronóstico
Por el momento, estas son nuestras primeras impresiones de Sons of The Forest. El viaje de este videojuego apenas acaba de comenzar, ya cuenta con casi cien mil reseñas de Steam y está claro que el equipo desea seguir trabajando en su última entrega para brindarnos una experiencia inolvidable. Os animamos desde aquí a darle una oportunidad, tanto a su precuela como al juego que hoy nos atañe.
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