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Primeras impresiones de Settlements Rising – Un juego muy prometedor

settlements rising

Hoy os traemos las primeras impresiones de Settlements Rising, un título enfocado al desarrollo de un pueblo medieval donde tendremos que aprender a sobrevivir por nuestros propios medios. A lo largo del juego, tendremos que ingeniar la evolución de nuestro poblado, que se enfrentará a multitud de amenazas que pondrán el riesgo el futuro de la aldea. Vamos a verlo con mayor detalle.

Sin historias, a saco

Settlements Rising no es un juego que, en un principio, tenga algún tipo de historia. Esto es algo bastante habitual en el género del desarrollo de ciudades, y raro es el que tiene algún tipo de lore oculto por ahí. Es sencillo: empiezas con una serie de aldeanos dispuestos a trabajar, una pequeña cantidad de víveres y varios recursos guardados en tu inventario, además de los que tienes alrededor.

Pese a que el juego, que aún continúa en fases de desarrollo, no posee ninguna especie de tutorial al uso (hablaremos de esto más adelante), no es complicado hacerse a él. No tardaremos en comprender lo que tenemos que hacer: conseguir fuentes de comida y destinar recursos a conseguirla y conservarla, construir alojamiento para los aldeanos y, poco a poco, ir expandiéndonos hasta los confines del mapa (porque sí, la seed es variable, pero finita).

Y tal y como sucede en este género, nos costará unas cuantas partidas, unos cuantos fracasos, hacernos con el control total del juego. Como ya sabréis los más experimentados, rara es la vez que a la primera se saca adelante a una civilización completa, dado que siempre nos llevará un rato entender las mecánicas que, aunque puedan parecer comunes, cada juego las ejecuta de una manera distinta, a unos ritmos que no siempre son los mismos.

Por desgracia, esta falta de tutoriales visibles puede empujarnos a fallar más de la cuenta. La interfaz del juego, la que muestra cuánta comida tenemos, cuántos recursos nos quedan y demás datos de interés, puede ser algo tosca de entender en un principio y no hay nada que, en un principio, pueda llevarnos de la mano para entender qué es ese numerito rojo que aparece al lado del contador de víveres.

Porque sí, hay juegos que no necesitan un tutorial de cuatro horas para hacer entender al jugador lo que tiene que hacer, pero en otros casos sí que consideramos necesaria alguna pequeña indicación de cuál es el primer paso, de qué significan las distintas interfaces de cada edificio o cómo podemos controlar a los aldeanos a nuestro antojo (porque, efectivamente, se puede hacer).

Visualmente precioso, pero…

Si hay algo que fomenta la agilidad en este tipo de juegos, además de, claro está, el movimiento de la cámara y qué tan rápido es posible avanzar por el mapa hasta el lugar en el que queremos focalizar la siguiente tarea, es la capacidad del juego de hacernos distinguir qué es qué en nuestra partida.

Me explico: tal y como sucede en otros juegos del género, como el ya conocido Planetbase, el jugador puede moverse rápidamente por las bases que ha ido colocando gracias a que, visualmente, las distingue perfectamente. Pero en Settlements Rising eso no ocurre. La vista isométrica es ideal en estos títulos, pero siempre y cuando puedas diferenciar un edificio de otro.

Sin embargo, Settlements Rising se ve siempre igual desde arriba, muy pocos edificios varían entre sí y todos tienden a tener las mismas formas. Tal vez, con una paleta de colores distinta para cada tipo de edificio, nuestras partidas ganarían agilidad y no tendríamos que estar cerciorándonos de qué edificio es qué cosa cada pocos minutos.

Porque, tal y como habitúa este tipo de juegos, el tiempo es oro. Y los quick time events se suceden unos a otros continuamente. Puedes pausar sin mayor problema, pero lo idóneo es jugar sobre la marcha, educando a nuestros ojos para distinguir los distintos edificios y así llegar a ellos con mayor facilidad e intuición.

Aún en fase beta

Pese a todo, estos detalles son lógicos, más aún estando en fases beta, mucho antes del lanzamiento oficial del juego. Porque sí, tal vez los edificios no se distingan demasiado unos de otros y nuestras primeras partidas sean un fracaso tras otro, pero también hay que destacar la cantidad de horas que hemos pasado delante de este título (¡y las que nos quedan!) para poder analizarlo en profundidad.

Settlements Rising, pese a tener asperezas que limar, es un título increíblemente disfrutable porque en él sucede de todo: desde ataques de osos hasta raids donde seremos víctimas de saqueos, además de acogidas de náufragos y expediciones a otros terrenos. Sin duda alguna, este título será ideal para los fans del género de construcción de ciudades y gestión de recursos en cuanto salga de las fases medias del desarrollo.

Publicado en Análisis, Indie

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