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Análisis Sword of the Necromancer: Resurrection – Un remake que no se esperaba

Sword of the Necromancer

En los últimos años están llegando a «nuestras bibliotecas videojueguiles» una gran cantidad de remakes que no esperábamos ver, pero que nos alegra que salgan. Este es el caso del título del que os venimos a hablar hoy, Sword of the Necromancer: Resurrection, una actualización del juego al completo, que cambia el punto de vista del mismo y nos promete revivir la aventura que ya vivimos.

Este juego de rol al estilo dungeon crawler con ciertos toques de roguelike llegaba por primera vez en 2021 tras una exitosa campaña de Kickstarter y, es ahora en pleno 2025 que hace su retorno (o su resurrección, pues es la mecánica principal del juego).

Antes de pasar a nuestro análisis, os dejamos con su tráiler:

La última esperanza…

Es la espada del nigromante. Con ella, Tama pretende revivir a su compañera de aventuras: Koko. Dice la leyenda que este poderoso arma puede revivir a toda clase de seres y, en poco tiempo descubriremos que así es, aunque revivir a una persona que quieres… ¡Parece costar algo más!

Es por esto por lo que Tama se ve obligada a poco a poco a ir explorando en las profundas cuevas tras las que se encuentra la Cripta del Nigromante. Sólo de esta forma lograremos mejorar nuestras habilidades lo suficiente como para revivir a nuestra amiga.

Desde el principio de la aventura, vemos esas escenas al más puro estilo anime que ya aparecían en la anterior entrega del título, aunque esta vez gracias al nuevo punto de vista que podemos experimentar, podríamos decir que cobran más sentido.

Esta aventura puede ser disfrutada de forma solitaria o en cooperativo. Desde ya os recomendamos que sea con un amigo, ya que consideramos que es mucho más entretenida de esa forma (y en cierto punto amena).

Una mecánica que mola… ¡Y mucho!

Al poco de comenzar nuestra aventura nos haremos con la ansiada espada que buscábamos, aunque nos servirá sólo para resucitar pequeñas alimañas y ponerlas en nuestro bando gracias a un elaborado sistema de invocaciones. Una vez tenemos criaturas en nuestro, es importante revisar sus habilidades (tanto activas como rasgos pasivos), ya que nos pueden servir bastante en combate (o al menos en el papel debería funcionar así).

Además de las criaturas que podemos poner en nuestro bando, también contamos con tres tipos distintos de armas, así como las reliquias que podremos equiparnos (otorgan beneficios sobre estadísticas). Todo este armamento es mejorable en El Altar, un lugar donde estará reposando el cuerpo de Koko y podremos también revisar nuestro inventario, así como pequeños diarios que nos narran más sobre la historia de la Cripta del Nigromante.

Sin embargo, todo esto que os comentamos tiene sus contras:

  • Las invocaciones a menudo son utilizadas para hacer pequeños puzles y acertijos. Es por esto por lo que tendremos que recurrir a utilizar «tácticas«, cuyo acceso se hace muy incómodo y sentimos que en general es un proceso muy lento y que nos saca del dinamismo que se pretende lograr.
  • La necesidad de forjarse armas es prácticamente nula, pues aunque obtengamos distintos objetos para su creación, a menudo conseguiremos objetos mejores sencillamente explorando.

Estos problemas en cierto modo ya los presentaba la versión anterior, por lo que nos apena que no se hayan podido establecer otras vías para que esas mecánicas se viesen un tanto renovadas y mejoradas.

Sword of the Necromancer: Resurrection no termina con su historia

También dispondremos de dos modos de juego: Desafío y Boss Rush. Ambos nos entregan unas cuantas horas más de contenido para disfrutar poniendo al límite a Tama.

Hay algo que sí que no nos termina de encajar del todo y es que para estos modos se reciclan salas que ya hemos vivido en la historia. Es destacable que muchas de ellas se sienten muy vacías por dentro, con pocos enemigos y contenido por explorar, lo que podríamos llamar como «mazmorras planas».

Es cierto que el nuevo punto de vista que adquiere esta nueva entrega en tres dimensiones abre un gran abanico de posibilidades, pero no están del todo explotadas, pues los puzles se sienten simples. Algo que sí que nos ha ganado es las mecánicas de los jefes (bastante entretenidas y divertidas).

Conclusiones de Sword of the Necromancer: Resurrection

Sword of the Necromancer: Resurrection es un título que pretende mejorar en todo al anterior, aunque hemos de confesaros que, desde The Art of Gaming, creemos que no lo logra al completo. Es cierto que en lo que al apartado visual mejora bastante, aunque en el jugable no es así. Ciertos problemas como la ausencia de sensación de progresión o la «inutilidad» de los enemigos que invocamos… ¡Siguen latentes!

Por lo general, es un videojuego que si te gusta la exploración de mazmorras y las mecánicas un tanto rebuscadas, puede llegar a gustarte, aunque es posible que no todos los aspectos del juego terminen de encajarte.

Sword of the Necromancer: Resurrection

6

Narrativa

7.0/10

Jugabilidad

5.0/10

Apartado artístico

6.0/10
Publicado en Análisis, Indie

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