Análisis The Crush House: Una cámara vale más que mil palabras

Ya está aquí el reality show más esperado del verano: The Crush House. Nacido el día 9 de este mismo mes de agosto, este título viene cargado de salseo, de chisme, de todas esas cosas que todos nos morimos por ver sin que nadie se entere. Os traemos el análisis del título desarrollado por Nerial y publicado por Devolver Digital, dos grandes de los videojuegos que ya habían colaborado previamente en títulos como Reigns (2016). Una apuesta muy valiente y astuta que no dejará indiferente a ningún jugador que decida probarlo.

Ah, la buena vida del cámara…

Como ya sabemos quienes hemos trabajado tras las cámaras, el glamour se queda en el plató. Y no pasarán ni cinco minutos hasta que nos demos cuenta de la realidad que hay a la vuelta de los decorados del programa en el que vamos a empezar a trabajar. Somos Jae, la nueva empleada encargada de grabar todas las vivencias que sucedan en la Crush House.

Daremos con nuestros huesos en un cuartucho sucio, desordenado, oscuro y sin ventanas al exterior. Lo único de valor que hay en esta habitación, además de nuestra bendita cama, son el ordenador y la cámara proporcionados por producción. En cuanto comenzamos a hablar con la asistencia del programa, veremos que nos irán coaccionando poco a poco mediante palabras: están depositando en nosotros toda la responsabilidad del reality.

La audiencia dependerá de nosotros. Seremos quienes controlaremos los anuncios y su tiempo en parrilla. Nuestro trabajo y futuro pende únicamente de nuestras manos. Pero diciéndolo así suena muy catastrofista, así que será mejor que nos centremos en la pregunta que, seguro, a más de uno le ronda la cabeza: ¿Y en qué demonios consiste esta Crush House, exactamente?

Pues, tal y como su propio nombre indica, la Crush House es un chalet de varios pisos, jardín y piscina donde cuatro aspirantes escogidos, efectivamente, por nosotros mismos, tendrán que dar lo mejor de sí para ligar entre ellos… ¡o lo que surja! Da lo mismo: desde conversaciones profundas a peleas a puñetazo limpio, todo sirve para mantener contenta a la audiencia que nos toque satisfacer en ese momento.

La audiencia, el eje sobre el que gira todo el juego

Porque sí, la audiencia es lo más importante. Más allá del bienestar de los aspirantes, es la audiencia quien decide qué quiere ver. Y nosotros seremos los encargados de dárselo. Durante los cinco días que dura cada temporada del reality (que llegarán a un máximo de siete temporadas), los comentarios incendiarán las redes, y nosotros podremos ir viéndolos en el lado derecho de la pantalla.

Esta interfaz gráfica es muy práctica: a la derecha tienes lo que la gente quiere ver, con comentarios sutiles (y muy bien traducidos) como «¡quiero ver ese culo!» o «¿y cómo se lavan las manos?» (efectivamente, existe gente fetichista de los grifos y del agua en este juego). Con esos comentarios, tendrás que armarte de ingenio y grabar lo que te indiquen. Además, en la parte superior, encontraremos una serie de iconos.

Estos iconos, como podéis ver en la imagen superior, son los tipos de audiencias a los que hay que contentar en ese día. Los hay que buscan momentos cinematográficos, que buscan besos, que buscan acción… Tendrás que tener mil ojos para ir, poco a poco, grabando todo lo que te piden y mantener contento al público que te apoya. De no ser así, el programa se cancelará al día siguiente y tendremos que reiniciar la partida.

Afortunadamente, y gracias a los anuncios que habrá que ir posicionando de vez en cuando, reuniremos dinero. Con estos ahorros, tendremos que comprar atrezzo que permitirá dar más y más juego a la narrativa de cada temporada, además de contentar a la audiencia. Desde una simple gofrera a una estatua que incitará a los personajes a besarse sin control. ¡Tú eliges!

Las conversaciones preescritas, punto negativo

Si hay algo que puede dotar de vida a The Crush House es, sin duda, los encontronazos e interacciones entre los personajes. Teniendo en cuenta que tenemos que grabar siete temporadas de 5 episodios cada una (35 capítulos en total), lo óptimo sería que cada temporada tuviese algo que la diferenciase de la anterior, además de los personajes.

Pero, desafortunadamente, en The Crush House la trama de cada temporada apenas variará. Las conversaciones entre los aspirantes serán, la mayoría de veces, insulsas y sin demasiado sentido. Tan pronto se hacen pareja como a los cinco minutos comienzan a decirse que se sienten agobiados y que no pueden con tanta presión.

Estas interacciones terminan sacándote de la experiencia de juego. Si en vez de redactar unos diálogos y proporcionarles aleatoriedad, se hubiesen dado contextos y situaciones distintas a lo que reaccionar haciendo uso de un pequeño sistema de inteligencia artificial (como hizo Façade allá por el año 2005), la experiencia en lo que a conversaciones e interacciones refiere habría sido muy distinta.

Aún con todo, no podemos negar que The Crush House sea una apuesta valiente, sobre todo porque, pese a la clara importancia de la narrativa inicial, posee unos subtextos de misterio conjugados con suspense que resultan bastante interesantes al jugador, siendo ése el mejor motivo que se le da para continuar con la historia. Si no, ¿a cuento de qué iba a haber un segundo sótano desde el que nos están espiando constantemente?

Este análisis ha sido posible gracias a una clave para Steam cedida por Devolver Digital.